La cobertura de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) no recuperó los niveles prepandemia en la Argentina y todavía persiste “bastante desconocimiento” en la población sobre esta infección de transmisión sexual que afecta a 4 de cada 5 personas en algún momento de sus vidas y puede causar el cáncer de cuello de útero, advirtieron especialistas en el marco del Día Internacional de Concientización sobre el VPH, que se conmemora el 4 de marzo.
“La vacuna contra el VPH no tiene coberturas óptimas en ninguna parte del mundo, excepto en Australia“, dijo la médica Iris Aguilar, secretaria general de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE). Y agregó que es una de las vacunas que “tiene mayor reticencia por parte de los adultos a cargo tanto de niñas como de niños”, apuntando que “en muchos lugares es tomada erróneamente como una habilitación para el inicio precoz de las relaciones sexuales“.
La importancia de la vacuna
La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH o HPV por sus siglas en inglés) es gratuita y obligatoria en la Argentina y sirve para evitar el cáncer de cuello de útero. En nuestro país se estima que 4.500 mujeres son diagnosticadas con este cáncer cada año y fallecen más de 2.300, siendo el tercer tipo de tumor más diagnosticado en mujeres en la Argentina.
La vacuna también previene otros tipos de cáncer como el de pene, ano, boca y garganta, a la vez que restringe la circulación del virus y evita la aparición de verrugas genitales o lesiones de bajo grado.
A pesar de su importancia para la salud pública, esta vacuna todavía no recuperó en la población adolescente -tanto en mujeres como en varones- los porcentajes de cobertura previos a la pandemia, según el III Informe sobre coberturas nacionales de vacunación 2022, que fue publicado por el Ministerio de Salud de la Nación en diciembre de 2023.
En el documento se indica que en 2019 se registró una cobertura del 87,2 por ciento con primeras dosis en la población femenina, mientras que en 2022 se llegó al 82,7 por ciento.
Durante el primer año pandémico, en 2020, la cobertura de la primera dosis de VPH en mujeres tuvo un descenso de 15,9 puntos porcentuales, y si bien durante 2021 y 2022 se observó una tendencia de recuperación que avanzó en forma lenta pero sostenida, no se logró alcanzar los niveles de la prepandemia con una diferencia de 4.5 puntos porcentuales por debajo del valor de 2019.
Números similares se repitieron con el grupo masculino de adolescentes, que en 2019 observó una cobertura en la primera dosis del 78 por ciento, pero en 2022 sólo alcanzó el 75,6 por ciento.
La vacunación se simplifica
A partir de este año, según recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se simplificó el esquema de dos dosis a una sola para administrar a niñas y niños de 11 años, nacidos en 2013.
“La simplificación es porque se demostró que la eficacia de la vacuna es igual aplicando una dosis que dos. Además, va a colaborar en tener mayor cantidad de población protegida”, precisó Aguilar, quien es también jefa de Inmunizaciones de la provincia de Mendoza.
En caso de no haber recibido la vacuna a la edad correspondiente, la misma está disponible para las mujeres nacidas a partir del año 2000 y los varones nacidos desde el 2006, pero los especialistas advierten que cuanto más temprano se reciba la vacuna, “mayor es la respuesta inmunitaria en el cuerpo”.
Con la actualización del esquema, sólo las personas mayores de 21 años se inocularán con dos dosis, mientras que aquellas con inmunocompromiso recibirán tres dosis.
Tanto a mujeres como a hombres
El VPH es una familia de virus que afecta tanto a mujeres como a hombres, se transmite por contacto sexual y se estima que 4 de cada 5 personas van a contraer uno o varios de los tipos de VPH en algún momento de sus vidas, según datos del Ministerio de Salud.
“El 80 por ciento de la población va a tener alguna infección por VPH, pero el VPH no necesariamente es sinónimo de tener un cáncer de cuello uterino. Hay muchas cepas de VPH y solo trece son carcinogénicas, y de ellas, la 16 y la 18 provocan el 70 por ciento de los cánceres de cuello uterino”, explicó Carlos Silva, coordinador médico de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec).
Por eso, Silva remarcó que “lo importante es tener conciencia de que esta infección existe y saber que hay una prevención primaria que es la vacuna” y apuntó que otra medida de prevención es el correcto uso del preservativo, que reduce el riesgo de transmisión, pero no lo elimina totalmente, ya que el virus puede alojarse en puntos de la zona genital-anal que no quedan protegidos.
Una lesión provocada por VPH puede tardar entre 10 y 20 años en desarrollar cáncer de cuello uterino, por lo que es muy posible prevenirlo con controles ginecológicos periódicos, como la realización de un estudio de Papanicolau (PAP).
“En las consultas sigue persistiendo el cuidado para no embarazarse, pero no tanto para prevenir las infecciones de transmisión sexual“, apuntó la médica Marisa Labovsky, presidenta de la Federación Internacional de Ginecología Infanto Juvenil (FIGIJ). “Con el HPV hay bastante desconocimiento de que es una infección de transmisión sexual y que la vacuna es una prevención primaria”, precisó.
Por otro lado, Labovsky advirtió que con la pandemia de coronavirus “resurgieron a través de las redes sociales cuestiones antivacunas y muchos mitos”. La especialista enfatizó que “la vacunación es solidaria y no vacunarse pone en riesgo no sólo al que no se vacuna, sino al resto de la gente que lo rodea”.
Entre los resultados positivos que tuvo la vacuna contra VPH desde su implementación en nuestro país, un estudio liderado por el Instituto ANLIS/Malbrán concluyó en 2020 que la vacuna tiene una eficacia mayor al 93% contra los tipos 16 y 18 que provocan la gran mayoría de cánceres de cuello uterino.
Día de concientización
Con motivo del Día Internacional de Concientización sobre el VPH, también destacaron la importancia de la prevención especialistas del Instituto Oncológico Ángel Roffo, perteneciente a la Red de Hospitales Universitarios de la Universidad de Buenos Aires (UBA) que brindan atención a más de 500.000 personas al año.
“La educación sexual, la utilización de métodos de barrera, la vacunación, el chequeo ginecológico en las mujeres y la consulta precoz en el hombre son herramientas fundamentales para evitar la mortalidad por los diferentes tipos de cáncer originados por el VPH”, sostuvo a través de un comunicado la jefa del Departamento de Ginecología del Instituto Oncológico Ángel Roffo, Marcela Ostojich. Y concluyó: “La mejor herramienta para combatir esta enfermedad es la prevención”.