El organismo conducido por el republicano Ajit Pai se propone, de acuerdo con lo que él mismo reconoció ante el Congreso, acabar con muchas de las regulaciones vigentes desde los años 70, entre ellas las que los dueños de canales de TV alegan que no les permiten crecer frente a la competencia de los medios on line.

“Si creen, como yo, que el Gobierno Federal no tiene que intervenir en esta área, debemos terminar con la intervención estatal en el mercado de medios”, adelantó Pai en Washington.

El mercado de los canales locales de televisión se convirtió en los últimos diez años en un próspero negocio gracias a los cánones que deben pagar las señales de cable y las satelitales para retransmitir contenidos, y la propia dinámica del mercado ha permitido que grupos como Sinclair Broadcast hoy lleguen al 45 por ciento de los hogares norteamericanos, en abierta contradicción con las leyes antimonopolio vigentes, que solo permiten la posesión de dos señales de TV si una de ellas no está entre las cuatro más vistas en su área de cobertura y si hay, además, otras ocho emisoras independientes en el mismo espectro.

Ante el Congreso, Pai anticipó el propósito de terminar con la llamada “prueba de las ocho voces” y subrayó la necesidad de autorizar excepciones en relación a los cuatro canales más vistos. La iniciativa oficial, que se descuenta que será aprobada, contempla también autorizar la tenencia de un canal de TV y una radio en la misma área.

La Nacional Association of Broadcasts, que reune a los empresarios televisivos, por lo pronto manifestó su “fuerte apoyo” a la iniciativa republicana. Y la Asociación de Diarios de América aprovechó para reclamar el acceso a señales audiovisuales, algo vedado en los Estados Unidos para la prensa escrita. "Las regulaciones obsoletas que impiden la inversión en un sector del mercado de medios no tienen sentido, particularmente cuando los periódicos compiten con innumerables fuentes de noticias e información todos los días", aseguró su titular, David Chavern.

La ONG Free Press, que aboga por el derecho a la comunicación, denunció, por su parte, que Pai “está claramente comprometido” con el Grupo Sinclair y advirtió que quiere “eliminar cualquier obstáculo a su expansión voraz". En su opinión, “necesitamos fortalecer las voces locales y aumentar la diversidad puntos de vista, no entregar nuestras ondas a un grupo cada vez más pequeño de conglomerados gigantes".