“Hace falta una reforma fiscal de fondo que achique el Estado, baje el gasto, y reduzca el déficit no sólo para tener chances de que potenciar la inversión, la creación de empleo y el crecimiento económico, sino para tener la posibilidad de minimizar los efectos negativos de un (potencial) endurecimiento de las condiciones financieras externas”, asegura el último informe de la consultora Economía & Regiones que antes dirigía el actual ministro de Obras Públicas, Rogelio Frigerio. Según el análisis, la baja del gasto “tendrá que materializarse sobre las jubilaciones, planes sociales y empleo público”.

El informe precisó -en base a los datos de la composición del gasto primario del Sector Público Nacional (SPN)- que, por un lado, las jubilaciones que “se lleva el 43 por ciento del total”, por el otro, “los subsidios sociales, el empleo público y los subsidios económicos que se llevan entre 15 y 12 por ciento”, y “más atrás está la obra pública, que tiene una importancia relativa en torno del 10 por ciento”. La consultora sostuvo que “está bien seguir bajando los subsidios económicos” pero “el ajuste basado exclusivamente en el recorte de los subsidios económicos y en el aumento de las tarifas está condenado al fracaso”. Ante este escenario, E&R afirmó que “no habrá reducción del Estado y baja del gasto público y del déficit fiscal exitosas y sostenibles en el tiempo si no se introducen modificaciones al sistema jubilatorio”. La consultora evaluó que “la primera reforma estructural que debería encarar el nuevo Congreso debería ser modificar la fórmula de actualización de los haberes jubilatorios para eliminar el componente que permite un ajuste permanentemente positivo de las jubilaciones en términos reales”.