Al menos 29 personas murieron en un incendio en el sótano de un edificio residencial en Estambul, donde se estaban llevando a cabo obras de un club nocturno. El siniestro tuvo lugar hoy a media jornada (hora turca), según el gobernador de la capital económica de Turquía, dejando manchas negras en los primeros cuatro pisos del edificio que tiene dieciséis, ahora evacuados. A primera hora de la noche, la oficina del gobernador anunció el fin de la búsqueda de posibles víctimas adicionales entre los escombros.
"Perdí a cuatro amigos", dijo a AFP Fikret Kaya, un hombre de unos 40 años que llegó al lugar junto a los afligidos familiares de las víctimas. Según las primeras informaciones del gobernador, Davut Gül, el incendio empezó durante las obras de una discoteca situada en el sótano del edificio. "Todos los trabajadores están muertos", confirmó.
"El club estaba cerrado durante el Ramadán", explicó un residente local de 46 años, Erkan Karakoç. El Masquerade, una discoteca con un gran escenario, albergaba actuaciones musicales y, según su página web, tenía un aforo de hasta 4.000 personas. El local afirma en su web que iba a estar cerrado del 10 de marzo al 10 abril para una "renovación del diseño" del interior. El Masquerade, un establecimiento junto al barrio de Gayrettepe, en el distrito central de Besiktas, tiene varios escenarios y regularmente ofrece conciertos en vivo.
A lo largo del día fueron movilizados numerosos servicios de emergencia y una veintena de ambulancias y camiones de bomberos seguían estacionados en la calle, bloqueando el tráfico y a los peatones. De acuerdo al último parte publicado por la agencia EFE, además de los fallecidos hay un herido que sigue hospitalizado en estado grave. Según el gobernador, ocho personas fueron arrestadas, incluidos el jefe y el gerente de la discoteca, así como el jefe de la empresa metalúrgica responsable de la obra.
"Se ha abierto una investigación tras el incendio ocurrido en Gayrettepe, en el distrito de Besiktas, en Estambul", anunció el ministro del Interior, Ali Yerlikaya, en la red social X.
El gobernador Davut Gül aseguró que "la discoteca estaba bien mantenida y su licencia había sido renovada". Pero los medios locales cuestionaron la legalidad de las obras y dijeron que el establecimiento, que podía albergar entre 1.500 y 2.000 personas, no tenía salida de emergencia aunque estaba en el sótano.
Además, sus columnas de soporte habían sido cortadas, lo que hacía particularmente vulnerable el lugar en caso de terremoto, según los medios. El alcalde electo de Estambul, Ekrem Imamoglu, que visitó el lugar, confirmó que "el incendio ha sido contenido" y envió sus "condolencias" a las familias de las víctimas. Además, subrayó que el club, abierto en 1987, había renovado su licencia en 2018 y que el último informe de una intervención de bomberos en el local data de 2006.
Sin embargo, el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, mostró sus reparos. "No consta solicitud alguna para hacer reformas en el interior del local. Se trata de un sótano dos plantas bajo tierra, por lo que no se ve de fuera y no había quejas al Ayuntamiento. Se puede decir que era una intervención clandestina", dijo
Imamoglu confirmó a la prensa que todos los fallecidos fueron encontrados en el sótano del edificio, de 16 plantas, agregando que aparentemente eran todos trabajadores de la obra de renovación, aunque no se ha confirmado todavía este dato. Según el diario Milliyet, ya se han identificado a 13 de los fallecidos, entre ellos un albañil y un cocinero.