En una televisión en la que el chillar parece marcar su sonido, donde el impacto y las lenguas filosas se enredan sin sentido, que haya un espacio en el que la discusión se desarrolle desde la exposición de ideas resulta casi revolucionario. Esa es la propuesta de Por venir (sábados a las 20), el programa que el fin de semana pasado debutó en la TV Pública con la idea de que invitados con diferentes maneras de pensar debatan sobre “los grandes temas de la Argentina de hoy, buscando aportes para pensar en el país que viene”. Conducido por Florencia Halfon, el ciclo se estrenó con el tema de la “polarización”, que fue debatido por el consultor y asesor del gobierno de Cambiemos Jaime Durán Barba y los periodistas Jorge Fontevecchia, CEO de Perfil, y José Natanson, columnista de PáginaI12 y director de la edición argentina de Le Monde Diplomatique. El economista Eduardo Levy Yeyati acompaña la propuesta, intentando sintetizar las discusiones que se desarrollan en cada programa.

Si bien el espíritu de Por venir es digno de celebrarse, no es menos cierto que el ciclo parece demasiado atado a una estructura que no pareciera facilitar su dinamismo. El formato de exposiciones de un minuto con el que cuenta cada expositor al inicio de cada subtítulo, al estilo de los que signan los debates presidenciales, atenta contra la esencia del ciclo, encorsetando en sesenta segundos ideas que necesitan mayor desarrollo. Una formalidad seguramente pensada para evitar el entrecruzamiento inaudible que caracteriza a buena parte de los programas de paneles, pero que se presenta innecesaria, teniendo en cuenta el origen y los estilos de los invitados.