Desde Londres 

En vísperas del tercer mes de la desaparición forzada de Santiago Maldonado la vigilia convocada por la Argentina Solidarity Campaign ante la embajada argentina en Londres contó con una presencia de lujo. En medio de velas y carteles que exigían “truth and justice”, con su pañuelo blanco y la foto de Maldonado colgando de su cuello junto a la de su hijo, Carlos Gustavo, secuestrado y desaparecido el 15 de abril de 1977, se encontraba Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora.

 Convertida en la única oradora del acto, Cortiñas condenó las “mentiras” del gobierno de Mauricio Macri ante los latinoamericanos y británicos que se dieron cita en la embajada. “Este es un crimen de crímenes. Y el gobierno no ha hecho más que mentir. Mintieron sobre dónde estaba, mintieron sobre la familia, los persiguieron. Todo lo que ustedes lean de parte del gobierno es mentira. La ministra (Patricia) Bullrich tendría que haber renunciado si tuviera un mínimo de dignidad”, dijo Cortiñas.  

 A sus 86 años, disminuta y de hierro, tiene una energía y determinación que empezó en 1977 con las madres de Plaza de Mayo y siguió contra todos los vientos y las mareas que le arrojó la historia argentina desde entonces. “Nunca pensé que esto iba a pasar de nuevo en democracia. Es una vergüenza. Me impactó como si fuera la desaparición de un hijo. Y ahora Macri se ha propuesto denigrar la lucha de los organismos de derechos humanos. No lo va a poder hacer”, le dijo a PáginaI12.

  Entre los asistentes a la vigilia había miembros de las diversas capas de los éxodos argentinos de las últimas cuatro décadas –los 70 y 80, los 90 y el siglo XXI– , había latinoamericanos que vivieron procesos similares, británicos, como Dan Ozarow de la Argentina Solidarity Campaign y estadounidenses como Beverly Keene de Jubileo Sur. Entre los argentinos, Rodolfo, de unos 40 y tantos años se emocionó al recordar con Nora Cortinas a su madre, Mary Rodríguez, delegada del hospital Posadas que fue una de las 40 personas detenidas por la dictadura militar en ese policlínico que funcionó paralelamente como centro clandestino. “Mi madre me dejaba en la guardería que funcionaba en el hospital para los trabajadores. Era muy chico, pero recuerdo algunas cosas muy pesadas y recuerdo también cuando íbamos a visitar a mamá a la cárcel. Es terrible vivir esto ahora. Es terrible la paranoia que me cuentan que hay en Argentina con todo”, comentó Rodolfo.

 Era la sensación que sobrevolaba entre los presentes, mezcla de incredulidad, miedo, depresión y horror ante el espantoso fantasma de una repetición. Era la sensación de Cortiñas que viajó por todo el mundo para dar a conocer la situación de los 30 mil desaparecidos, pero que por primera vez visita un Londres que, por coincidencia de fechas, está metido de lleno en la celebración de Halloween. “No me hubiera imaginado venir a este país así. Una desaparición forzada seguida de muerte. Es muy grave lo que está ocurriendo”, dijo.

 Cortiñas recibió ayer la solidaridad y el reconocimiento de dirigentes sindicales de la Central de Trabajadores británicos, la TUC, y de dirigentes sociales. Hoy dará una conferencia en la Universidad de Cambridge y el jueves en la Universidad de Londres. La Argentina Solidarity Campaign facilitó el viaje y la presencia de Cortiñas con un “crowdfunding” en la que colaboraron individuos, organizaciones sindicales y otras instituciones.