Con el anuncio de que la reforma tributaria incluirá un impuesto sobre el vino, el gobierno de Mauricio Macri se compró un conflicto con uno de sus aliados, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, quien se vio obligado a salir a criticar el proyecto de su espacio político. “Hemos luchado durante muchas décadas para demostrar que el vino no es perjudicial en sí mismo, como sí son las gaseosas y la cerveza. Que se lo ponga al mismo nivel es una cosa inadmisible”, lanzó Cornejo, que fue interpelado por la oposición local para que intervenga. Ayer por la mañana se reunieron funcionarios de Mendoza y San Juan, cuyo dirigentes también cuestionaron el proyecto. Según señalaban en Cambiemos, hay negociaciones con el Ministerio de Hacienda nacional para revertir la decisión. “Todo es conversable”, decían en la Casa Rosada. Por ahora, sólo recibieron fuego amigo.  

El anuncio del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de que los vinos tendrán un impuesto del 10 por ciento junto con otras bebidas que son “perjudiciales de la salud”, obligó al gobernador de Cambiemos Cornejo a tener que diferenciarse públicamente de la medida, luego de que lo interpelara la oposición. Si bien en el Congreso, los legisladores de Cambiemos de esas provincias se enteraron por los medios de la medida, en el Gobierno mendocino admitieron que algún aviso habían recibido. Lo que no los salvó de tener que dar una respuesta ante un impuesto que golpea a la economía regional: “Más allá del porcentaje, lo más llamativo es que se lo caracterice como una bebida no sana”, cuestionó Cornejo, quien advirtió que están en negociaciones con Hacienda para revertir la medida.

Para defenderse, Cornejo señaló que el impuesto al vino “en el primer borrador estaba al 25 por ciento, luego al 20, luego al 17 y ahora se ha presentado al 10, con diferencial de la cerveza y las gaseosas. Aspiramos a mantener las condiciones que se tenían anteriormente, visto el mercado, donde compiten cervezas, vinos y gaseosas”.

La oposición local cuestionó el impuesto y corrió al Gobierno provincial: “Mientras Macri beneficia al sector agropecuario de la pampa húmeda, donde su familia tiene propiedades, eliminándole retenciones, agrava la economía mendocina con impuestos que no hacen más que asfixiarla, motivo por el cual desde Unidad Ciudadana se espera que el gobernador defienda los intereses de la provincia”, indicó la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti, que le metió presión a Cornejo.  

“Si alguien cree que yo no me involucro, está viviendo en otro lado –se atajó el gobernador radical–. He dado peleas por temas fiscales con los que hemos estado enfrentados. Pero con altura, acá es donde se ve el trabajo. Nosotros teníamos gobernadores que firmaron cláusulas leoninas para la provincia. Yo doy pelea”. “En este caso yo defiendo al vino no por el interés particular de las bodegas, sino por lo que es para la provincia”, señaló Cornejo, quien inició conversaciones con el gobierno de San Juan, que ya se había adelantado con las críticas. “No saben qué pasa fuera de la Capital Federal”, sostuvo el ex gobernador José Luis Gioja al enterarse del impuesto que pretende aplicar el gobierno de Macri. Al senador de Cambiemos por San Juan Roberto Basualdo no le quedó otra que sumarse a las críticas: “Es lo único que nos perjudica. Si zafamos del impuesto al vino, el resto para San Juan es excelente”, intentó defender la reforma. 

Ayer por la mañana se reunieron funcionarios de las dos provincias a consensuar una postura común y pedirle una reunión al flamante ministro nacional Luis Miguel Etchevehere. Tras el encuentro, el ministro de Economía sanjuanino Andrés Díaz dijo que ambas provincias “están muy sorprendidas con este proyecto”. Además, el ministro de Economía, Infraestructura y Energía mendocino, Martín Kerchner, envió un documento en el que le cuestiona a Dujovne que considere que el vino es insalubre. “Sólidas investigaciones realizadas en la Argentina, de referencia internacional y reconocidas por la comunidad científica mundial demuestran que la capacidad antioxidante propia del vino se ve potenciada en el vino argentino y lo ubica en la lista de alimentos considerados saludables del mundo”, le escribió Kerchner a Dujovne.

Desde el Gobierno nacional, señalaron que “todo es conversable”, lo que podría ser el inicio de una marcha atrás con ese impuesto, aunque eso ayer no estaba acordado. Las negociaciones están en manos de Hacienda y, por el momento, no había tenido que intervenir en clave de bombero el ministro del Interior, Rogelio Frigerio.

La vicegobernadora mendocina Laura Montero también tuvo algo para decir y fue más allá que Cornejo: “Son medidas que, sin dudas, profundizarán la crisis en el sector vitivinícola”, les enrostró. “Esto arruina años de trabajo público-privado en el posicionamiento del vino argentino dentro del mercado. Ahora quién pagará el gravamen será el consumidor y al tener mayor costo el producto, se producirá una caída en el consumo”, cuestionó la vicegobernadora de Cambiemos. “El productor, eslabón más débil, reducirá su participación en la cadena y se dañará su empleo”, indicó la vicegobernadora, quien reclamó que reconsideren el proyecto.