Los cinco argentinos fallecidos en el atentado perpetrado el martes por la tarde en el suroeste de Manhattan integraban un grupo de rosarinos que había viajado hasta Nueva York para festejar el aniversario número 30 de su graduación en el Instituto Politécnico rosarino. Los ocho amigos que partieron del aeropuerto de Rosario el fin de semana pasado hacia la Gran Manzana, donde se encontrarían con otro integrante del grupo, nunca imaginaron que tres días más tarde los sorprendería la tragedia mientras paseaban por una bicisenda al borde del río Hudson, cerca del World Trade Center.

El martes por la tarde, luego del ataque terrorista, como lo calificaron las autoridades neoyorquinas, la Cancillería argentina confirmó la identidad de las víctimas: Ariel Erlij, Hernán Ferruchi, Alejandro Pagnucco, Hernán Mendoza y Diego Angelini no pudieron sobrevivir a la embestida, a gran velocidad, por parte de un hombre de 29 años que había alquilado una camioneta y circulaba por el Bajo de Manhattan.

Según contaron familiares de las víctimas, hace años que el grupo de amigos venía planificando el viaje para celebrar los 30 años de graduados. El grupo tenía previsto, además, reunirse el viernes en Rosario, para sumar a los festejos a los que no habían podido viajar a Estados Unidos.

Eligieron ese país como destino ya que uno de los integrantes del grupo, también de la promoción 87 del Politécnico, Martín Marro, vive allí. Estos diez argentinos no sólo compartieron el colegio secundario en Rosario hace 30 años sino que, en algunos casos, continuaron ligados en su vida profesional y laboral. 

Cinco de los integrantes de este grupo de amigos son arquitectos y dos fundaron juntos un estudio de esa disciplina, mientras que uno de los sobrevivientes es empleador de una de las víctimas fatales, contaron allegados a las familias y fuentes oficiales.

Ariel Erlij era titular de la empresa metalúrgica Ivanara, radicada en el parque industrial de la localidad santafesina de Pérez, lindera con Rosario. Hincha de Rosario Central, estaba casado y tenía tres hijos, y fue uno de los mentores del viaje.

“Diego tenía cuatro hijos. Era un hombre alegre, generoso, amable”, lo recuerda, consternada, Laura Racca, una exalumna del ‘Poli’, que trabajó con Angelini en un estudio de arquitectura.

Hernán Mendoza era arquitecto y socio fundador del estudio de arquitectura Amascuatro, de Rosario, junto con Ariel Benvenuto.

Alejandro Pagnucco se recibió de arquitecto en la Universidad Nacional de Rosario tras su paso por el Politécnico, se casó y tuvo tres hijos. Trabajaba como ejecutivo de cuentas en la firma Femaco, que comercializa por mayor y menor materiales de construcción.

La empresa forma parte del Grupo Brayco, de la ciudad santafesina de San Lorenzo, cuyo presidente es otro de los involucrados en el atentado, Iván Brajkovic, que sobrevivió. Brajkovic es ingeniero y preside el grupo que al fundarse, en 1953, llevaba el apellido de su familia y luego derivó en Brayco. Y seguían todos ligados al colegio, como miembros de la cooperadora algunos y también porque la hija de uno de ellos está cursando allí.

Antes de la partida, los rosarinos posaron juntos en el aeropuerto Internacional Islas Malvinas de Fisherton con remeras hechas especialmente para la ocasión. “Libres” fue la leyenda que eligieron estampar en el frente.

El viaje fue financiado por uno de los amigos, el empresario siderúrgico Ariel Erlij, que también falleció en la tragedia. Erlij no pudo viajar el mismo sábado con sus amigos por problemas personales pero lo hizo un día después en un vuelo privado. Iban a volver a Rosario todos juntos el próximo domingo. Marro sobrevivió al ataque, aunque se encuentra internado en el Presbiterian Hospital de Manhattan con heridas de gravedad pero en estado estable (ver aparte). El resto sufrió heridas leves.

El martes por la tarde los amigos alquilaron bicicletas para pasear por la zona sur de Manhattan. Allí fueron atropellados por el atacante, identificado como Sayfullo Saipov, un uzbeko de 29 años que más tarde fue apresado por la policía. Cecilia Piedrabuena, la esposa de Ariel Benvenuto, reveló que su marido se salvó porque iba en el último lugar de la fila de bicicletas, y dio detalles sobre cómo fue el ataque en el que murieron cinco argentinos.

Piedrabuena relató que los diez argentinos se encontraban paseando por la bicisenda en dos filas cuando una camioneta irrumpió desde atrás y comenzó a arrollar a quienes iban en la fila de la derecha. “Ariel salió ileso porque era el último de la fila de la izquierda, pero vio todo”, contó la mujer, oriunda de Rosario, y agregó que, pese al shock, su marido la llamó inmediatamente después del ataque, en el que “la camioneta los sorprendió por detrás a toda velocidad y empezó a atropellar a todos”, según contó. “Me sonó el teléfono desde un número desconocido y atendí. Era Ariel, que me llamaba desde el celular de un policía que se lo prestó y me dijo que la situación era muy grave pero que no me preocupara porque él estaba bien”, relató. “Más tarde volvió a llamarme y me dijo que fue muy grave. Ellos esperaban este viaje desde hace mucho tiempo; no se puede creer que hayan terminado así”, lamentó Piedrabuena y dijo que aún no está claro cuándo podrán volver los sobrevivientes, que además de Benvenuto fueron identificados como Juan Pablo Trevisán, Ivan Brajkovic y Martín Marro, el único herido que aún permanece hospitalizado.

“En la tarde y noche de ayer, tratamos de determinar si había algún argentino que no perteneciera a ese grupo y que hubiera sido víctima del atentado, pero establecimos que si bien había otros argentinos en la zona, no fueron afectados”, informó el Consulado.