Acindar vuelve a parar su planta por segunda vez en el año. La fuerte caída en las ventas, propiciada principalmente por el congelamiento en la obra pública por parte del gobierno nacional, lleva a paralizar la producción en la planta siderúrgica de Villa Constitución, tal cual confirmaron directivos de la empresa a la dirigencia sindical en una reunión en la tarde de ayer.
En principio, el freno sería generalizado y por tres semanas, pero en algunos sectores podría extenderse por 75 días. El día de inicio todavía no fue precisado. “La ciudad se mantiene sobre la base del acero y hay una incertidumbre muy grande”, señaló Silvio Acosta, integrante de la comisión interna de Acindar y representante de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Villa Constitución. La crisis también alcanza a la planta metalúrgica Tenaris, que desde esta semana entró en un cese total de actividades con suspensiones en los puestos de trabajo.
El rebote no aparece. Así explican los trabajadores el panorama que atraviesa la empresa siderúrgica de Villa Constitución. La firma tiene capacidad para producir 1.700.000 toneladas de acero anuales y se esperaba que este año la producción supere apenas el millón de toneladas. Sin embargo, la caída en las ventas llevaron a la empresa a bajar las expectativas de producción a unas 700 mil toneladas, pero la vara sigue bajando: según los trabajadores, finalmente se producirán unas 620 mil toneladas este año. Para tomar dimensión de la crisis, el número quedó muy por debajo de las 870 mil toneladas producidas en plena pandemia, durante el 2020.
“Hubo una nueva caída en los niveles de producción. Ahora estamos en las 620 mil toneladas, que es lo que se produce en seis meses de trabajo, aproximadamente. La empresa está planteando que no hay un repunte y entonces se están discutiendo paradas y suspensiones”, explicó Acosta. “El freno se da porque no aparece la obra pública, la empresa se está sosteniendo con el material que estamos haciendo para exportar”, agregó.
En estos días, los directivos de la empresa y los representantes gremiales están definiendo la modalidad del parate. La intención es frenar la planta en general durante tres semanas, entre mayo y junio, que en algunos casos podría extenderse un tiempo más, como en el sector de Reducción Directa, donde se está planteando frenar por 75 días. En el plano de las definiciones también entra la negociación por las suspensiones, donde la empresa ofreció pagar un 70% de los salarios. Desde el gremio rechazaron la opción y buscan lograr un acuerdo que permita un porcentaje más elevado, que contemple además la posibilidad de cumplir funciones de manera rotativa. Durante el parate de marzo, el gremio logró que la empresa continúe abonando el 100% del sueldo, pero entienden que será difícil generar un acuerdo similar.
“Hay mucha preocupación e incertidumbre. No solamente entre los trabajadores de Acindar, sino también en los talleres que viven de la producción del Acero. La ciudad se mantiene sobre la base del acero y hay una incertidumbre muy grande”, sostuvo Acosta. El referente gremial también planteó que la situación puede empeorar si avanza en el Senado el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que generaría una situación de desventaja para los sectores de la industria local: “El RIGI pega directamente en la producción por la reapertura de las importaciones, donde vos destruís totalmente a la industria y ni hablar de las pymes”.
A la espera de que se definan los cronogramas del cese, los trabajadores apuntan que el “rebote” pronosticado por el gobierno nacional no muestra indicios de aparecer en el corto plazo: “No vemos perspectiva hacia adelante. No vemos, como dicen muchos, que hay que bancar un par de meses porque viene la buena. Hoy acá se plantea más un estancamiento en “L” que el rebote en “V” que propone el gobierno. Había mucha expectativa de la gente, pero acá el rebote no aparece”.
A la situación en Acindar se le suma un parate total con suspensiones en Tenaris, también en la localidad de Villa Constitución. Se trata de la empresa metalúrgica perteneciente al grupo Rocca que se encarga de producir los tubos y caños estructurales de gas, y que cuenta con unos 150 trabajadores de planta. Allí el gremio logró negociar que la firma abone un 83% del sueldo a los trabajadores propios suspendidos y un 75% para los contratistas que la empresa, en un principio, se resistía a pagar. “Ese es el perfil de Paolo Rocca, el gran titiritero de Milei en el gobierno nacional, que ha elegido a muchos representantes de sus empresas en puestos decisorios del Estado”, explicó Pablo González, secretario del gremio, en diálogo con LT8.
Impacto local
El impacto que genera la recesión en Acindar se extiende a toda la región y las autoridades encienden las alarmas. Jorge Berti, intendente de Villa Constitución, consideró que la situación derivó en un “final anunciado”, luego de lo que la planta frenara su producción durante marzo. “En ese momento la empresa no descartaba continuar con estas modalidades, en virtud de que no había señales, y todavía no las hay, de que se produzca una reactivación en el consumo particular”, sostuvo.
En diálogo con LT8, el mandatario municipal se refirió al impacto que se viene sintiendo en la ciudad: “Estamos hablando no solamente de la gente de Acindar, sino que le tenés que sumar la baja en los comercios, en el almacén de barrio, en la gomería, en el transporte. Y eso ha impactado también en las arcas municipales, porque los ingresos que tienen que ver con el consumo disminuyeron notablemente y eso también genera dificultades a la hora de realizar un acuerdo salarial”.
Por último, Berti consideró que no hay una conciencia general de lo que está pasando en torno a la industria y el empleo. “Creo que todavía hay una gran legitimidad del presidente que le permite seguir hacia adelante con este tipo de políticas económicas y que está claro que nos llevan a un camino totalmente recesivo”, indicó. “Hoy tenemos una fábrica que está produciendo la cuarta parte de lo que puede hacer”, finalizó.