Tras las bravuconadas que le siguió propinando Javier Milei desde el momento en que pisó nuevamente suelo argentino tras su gira por España, esta vez fue el turno de Pedro Sánchez de devolver gentilezas. El presidente español compareció este miércoles ante el Congreso local y se refirió al conflicto diplomático que el libertario desató al llamarlo “corrupto” desde el púlpito de un acto proselitista de Vox, en Madrid. Y lo hizo con un dardo de su propia medicina: le recordó que su gobierno dispuso de recursos oficiales para recibirlo en su "viaje privado". “A Milei se le permitió aterrizar en la Base Aérea de Torrejón, brindándole protección y recursos cuando sabemos que era un viaje privado”, le devolvió.

Horas antes, Milei lo había llamado “cobarde” y “totalitario”, además de acusarlo de “desatar el conflicto de forma coordinada con el kirchnerismo y con Alberto Fernández”.

Ante el Congreso español, Sánchez recogió el guante. “Es cierto que entre gobiernos los afectos son libres, este gobierno no tiene nada que ver con el gobierno de Milei. Los afectos son libres, pero el respeto no, es irrenunciable, y por encima de las ideologías están la educación y el patriotismo”, afirmó el mandatario europeo.

También aprovechó, de paso, para polarizar con Vox, partido opositor de ultraderecha al que asoció a Milei. "Las tijeras de unos y las motosierras de otros son las claras amenazas a Europa, al proyecto económico y social más justo", señaló Sánchez. En dos semanas hay elecciones al Parlamento Europeo y el contrapunto con el libertario se convirtió en material para la campaña de unos y otros.

Fuera de la guerra de declaraciones, Sánchez dejó trascender que la disputa puede traer consecuencias institucionales para el Gobierno de Milei. Una de las medidas que estudia, de hecho, es apelar ante el Club de París (tenedor de deuda argentina) para la aplicación de una cláusula de “trato igualitario”, en caso de que el país avance en pagarle a China el Swap.

Sánchez también había avisado que llevaría el caso ante la Comisión de Asuntos Externos de la Unión Europea, cuyo máximo representante, Joseph Borrell, también había condenado los dichos de Milei durante el acto de Vox.

Sánchez agregó que la actitud de su par argentino “no tiene precedentes en la historia reciente” de las relaciones bilaterales entre ambos países. También justificó el retiro de la embajadora en Argentina, María Jesús Alonso Jiménez –que ya tomó estado permanente– como una respuesta diplomática a las agresiones del presidente argentino. Y le reiteró que la gira no fue institucional, sino personal. Pese a todo, dijo España “puso a disposición” de Milei “el aeropuerto de Torrejón (Madrid) y la seguridad pública” cuando “sabemos que es un viaje privado”.

"Mi mujer es una profesional honesta y responsable y mi Gobierno es un gobierno limpio", se defendió Sánchez de las acusaciones del presidente argentino.

Finalmente, dejó un mensaje de concordia. “Nuestro sentimiento fraternal al pueblo argentino, los que conviven con nosotros, y las relaciones económicas, culturales, académicas, van a ser siempre una prioridad para nuestro gobierno, lo ha sido desde el primer minuto”, dijo.