Tu cuerpo al fuego va

Unos diez años atrás, Berlín restituyó tres obras de Edvard Munch y una de Ernst Ludwig Kirchner a los herederos de su propietario original, el coleccionista alemán de origen judío Curt Glaser. Como amigo y mecenas de Munch, Glaser atesoró una de las colecciones más grandes de obra del pintor noruego. Con la llegada de los nazis fue perseguido por su origen judío y obligado a exiliarse en 1933. Antes de abandonar Alemania y después de la quema de 1933, Glaser sacó a subasta una gran parte de su colección de arte para preservarla del fuego. Esa es una de las capas de la muestra que pone en diálogo la obra de los dos artistas expresionistas, que se exhibe en la Universidad de Yale. El nombre de la muestra es Anxiety and Depression, sin medias tintas. Con más de 60 obras sobre papel, esta exposición es la primera que pone en diálogo la obra de Munch y la de Kirchner, dilucidando las superposiciones entre sus producciones creativas y sus biografías personales. Tanto Munch como Kirchner fueron grabadores experimentales que explotaron el poder emocional del color en medio de una coyuntura histórica brava como pocas. Los dos vivieron entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, y formaron parte del grupo expresionista Die Brücke. Munch, de origen noruego, es conocido por “El grito” (se dice que esa obra fue inspirada luego de que él viera una momia peruana) y su influencia sobre Kirchner es evidente. Incluso, ambos murieron a comienzos de los años 30: Munch, proscripto y Kirchner, en medio de una depresión que lo llevó al suicidio en Suiza. Mientras crecía el nacionalismo en el norte de Europa, se iniciaba la Primera Guerra Mundial y el régimen nazi ascendía al poder, los dos artistas buscaron cómo pararse de manos frente al horror. Cualquier semejanza con el momento actual, no es coincidencia: ya sabemos qué pasa cuando la historia se repite y retorna como farsa.

Falta de ritmo

Un rollo de papiro enterrado bajo capas de ceniza volcánica tras la erupción del Vesubio en el año 79 d. C. podría arrojar luz sobre las últimas horas de Platón. Y es que en este antiguo pergamino, que logró ser exhumado, se descubrió una narración hasta ahora desconocida donde se detalla cómo el filósofo griego pasó su última noche. Según esa reliquia, se dedicó a escuchar cómo una esclava tocaba la flauta para él. A pesar de luchar contra una fiebre y estar al borde de la muerte, Platón –conocido como discípulo de Sócrates y mentor de Aristóteles, y que murió en Atenas alrededor del 348 a.C.– conservó suficiente lucidez para criticar a la chica por su falta de ritmo. El relato en el papiro también sugiere que fue enterrado en una zona específica del jardín de la Academia de Atenas, la primera universidad del mundo que él fundó, adyacente al Templo de las musas. Anteriormente sólo se sabía que había sido enterrado dentro de la academia pero sin una zona específica. Todo este cotilleo del mundo antiguo fue presentado en la Biblioteca Nacional de Nápoles por el profesor Graziano Ranocchia, de la Universidad de Pisa, que encabezó el equipo responsable de desenterrar el rollo carbonizado. Ranocchia describió el descubrimiento como un “hallazgo extraordinario que enriquece nuestra comprensión de la historia antigua”. “Gracias a las técnicas de diagnóstico por imágenes más avanzadas, finalmente podemos descifrar nuevas secciones de textos antes inaccesibles”, agregó.

Blonde on blonde

Un serio dilema tienen en sus manos los tribunales de los Ángeles. Hace unas semanas recibieron una petición de los dueños de una vivienda ubicada en el número 12305 de Fifth Helena Drive, en el barrio de Brentwood. El matrimonio, formado por la multimillonaria Brinah Milstein y el productor Roy Bankquiere, quieren derribar la propiedad. El problema es que se trata de la casa en la que falleció Marilyn Monroe en 1962. El matrimonio vive al lado de esa casa y la compraron hace poco por unos ocho millones de dólares. Desde el principio su intención fue tirarla para expandir sus propios dominios. En su demanda, Milstein y Bank argumentan que la casa, que ha tenido 14 propietarios en estas seis décadas sin Monroe, ya ha sufrido montones de cambios. “No queda ni siquiera rastro de la pintura de las paredes”, argumentan. La noticia generó un inmenso malestar en la ciudad, que ya ha perdido muchos de sus edificios más importantes por falta de conservación. Pero poco después de saberse la noticia, el Departamento de Planificación Ciudadana de Los Ángeles la nominó para que entrara en la lista de Monumentos Histórico-Cultural (HCM, por sus siglas en inglés) de la ciudad junto a otros 1200 lugares protegidos, lo que viene paralizando el derribo. Se ha repetido una y otra vez el detalle de que la casa en cuestión tiene en su porche una baldosa que dice Cursum Perficio: "Aquí acaba mi viaje". Lo que queda por dilucidar es si después de tanta remodelación queda allí todavía algún resto del mismo.  

El rostro verdadero

Vincent Namatjira es uno de los artistas más populares e influyentes de Australia, con ascendencia aborigen. “Sus pinturas ofrecen una mirada irónica frente a la política, la historia, el poder y el liderazgo en nuestro país y en el mundo”, dice sobre Vincent la Galería Nacional de Australia (NGA por sus siglas en inglés), que le ha dedicado una muestra retrospectiva: Australia in Colour. Así es cómo el artista exhibe unos retratos devocionales del cómic, el pop y una gracia tan naif como cáustica que lo ha puesto en el centro de la escena. Aunque una de las retratadas puso el grito en el cielo. Sucede que entre 21 pinturas –que incluyen a la reina Isabel II, Jimi Hendrix, Chuck Berry, el boxeador Lionel Rose, el activista Vincent Lingiari y el ex primer ministro Scott Morrison–, aparece la magnate minera Gina Rinehart. Gina es la persona más rica de Australia. Ahora, ella le pidió a la galería que retirase su retrato. La NGA respondió con diplomacia que “da la bienvenida al público a tener un diálogo sobre nuestra colección y exposiciones” pero que no piensa retirar el cuadro. “Desde 1973, cuando la Galería Nacional adquirió ‘Blue Pollocks’ de Jackson Pollocks, ha habido un debate dinámico sobre los méritos artísticos de las obras que se exhiben”, continuó la declaración de la NGA. Por su parte, Namatjira dijo que él pinta el mundo tal como lo ve. “A la gente no tienen por qué gustarle mis cuadros, pero espero que se tomen el tiempo de mirarlos y pensar: '¿Por qué un tipo aborigen pintó a esta gente poderosa? ¿Qué intenta decir?'”. Rinehart es la presidenta ejecutiva de Hancock Prospecting, una empresa minera privada que fue la que hizo la petición en su nombre. Además, Gina es parte de los benefactores de la galería, con aportes anuales que sostienen la institución. Pero parece que esto no mueve el amperímetro. Incluso la Asociación Nacional de Artes Visuales de Australia se pronunció en apoyo de Namatjira y comentó que su obra estuvo expuesta antes de llegar a NGA y no recibieron ninguna queja. “Aunque Rinehart tiene derecho a expresar sus opiniones sobre la obra, no tiene autoridad para se que retire el cuadro simplemente porque no le gusta”, declaró Penelope Benton, directora de la institución. Así que por ahora, Gina en las paredes de la galería con sus ojos exorbitados y una papada que remedan a cierto líder local. Quizás porque el rostro verdadero del mal nunca deja bien parado a nadie.