Tras las críticas de políticos aliados y de empresarios de la industria del vino, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, insistió ayer en que la reforma impositiva impulsada por el gobierno “mejora la situación de todas las economías regionales” y sostuvo que se defenderá al sector vitivinícola, que produce “uno de nuestros orgullos nacionales”. Adelantó que habrá reuniones con el sector la semana próxima.