El director estadounidense Morgan Spurlock, conocido por el documental "Super Size Me" (2004) en el que comió hamburguesas de la cadena de comida rápida más famosa del mundo cada día durante un mes, falleció este jueves a los 53 años por “complicaciones derivadas de un cáncer”, informó su familia.

“Fue un día triste, ya que nos despedimos de mi hermano Morgan. Aportó tanto a través de su arte, ideas y generosidad. El mundo ha perdido a un verdadero genio creativo y a un hombre especial”, expresó el comunicado su hermano Craig Spurlock, que trabajó con Morgan en diversos proyectos.

La apuesta de Spurlock, según sus allegados, siempre fue la misma: "Desafiar sin miedo las convenciones modernas utilizando el humor y el ingenio para arrojar luz sobre los problemas".

La familia de Spurlock pidió en su comunicado de este viernes que aquellas personas que lo deseen pueden realizar donaciones a la Sociedad Americana del Cáncer – Hope Lodge (Nueva York) “en honor a Morgan”.

De qué se trata "Super Size Me"

El documental "Super Size Me", que recibió una nominación al Óscar, retrata la rutina y los cambios físicos de Morgan Spurlock a lo largo de un mes en el que se alimentó exclusivamente con comida rápida de la cadena McDonald's.

El resultado del experimento fue que ese mes subió 12 kilos de peso, sus niveles de colesterol se dispararon y los médicos que lo controlaban finalmente le dijeron que abandonara la dieta porque comenzó a desarrollar problemas hepáticos.

Afiche "Super Size Me".

El documental abrió el debate sobre los problemas de alimentación y los riesgos del abuso de la comida rápida en Estados Unidos.

El documentalista, oriundo de Virginia Occidental, rodó la segunda versión de su oscarizada pieza audiovisual, titulada "Super Size Me 2: Holy Chicken" (2019), enfocándose en las presiones de las grandes cadenas de comida rápida sobre las pequeñas granjas avícolas familiares, pero esta segunda entrega no tuvo tanta aceptación.

Los dichos de Morgan Spurlock en pleno Mee Too 

En pleno apogeo del movimiento #MeToo, en 2017, Morgan Spurlock confesó haber cometido delitos sexuales. En una carta abierta, admitió haber acosado verbalmente a una asistente y haberla sobornado. También dijo que había sido acusado de violación en la universidad, aunque no hubo cargos ni investigaciones por esos hechos.

En aquel momento, dijo que con sus afirmaciones esperaba "potenciar el cambio" en su propia vida. "Todos deberíamos encontrar el coraje para admitir que tenemos la culpa", había reflexionado el documentalista.

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