El Gobierno logró finalmente que las principales generadoras de energía eléctrica acepten cobrar con una quita del 50 por ciento la deuda por subsidios que acumuló la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) a comienzos de año.

El default oficial con las principales compañías eléctricas —Pampa, Central Puerto, AES, MSU y Albanesi, entre otras— se produjo cuando el Ministerio de Economía se negó a transferir unos 600 mil millones de pesos correspondientes a las compras de electricidad y gas de diciembre y enero. Ese default le permitió a Caputo anunciar que había logrado el superávit de las cuentas públicas.

Cuando finalmente Economía decidió pagar, ofreció un bono en dólares AE38 que vence en 2038. Ese papel cotiza un 50 por ciento bajo de la par. Por lo tanto, si las empresas quieren obtener fondos frescos deben convalidar una quita del 50 por ciento. La otra opción es esperar y cobrar el 100 por ciento en 2038, dentro de 14 años.

En un primer momento las empresas cuestionaron la propuesta oficial. La Asociación de Generadores de Energía Eléctrica (Ageera), que representa al 90 por ciento de la capacidad instalada eléctrica del país y entre las que sobresalen Pampa Energía, Central Puerto, AES, MSU y Albanesi, envió una dura carta al ministro de Economía en la que denunció que la oferta del gobierno “resulta en una afectación de los derechos contractuales de los agentes generadores y una violación a su derecho de propiedad privada”. “Queremos destacar que una modificación unilateral, tanto en los contratos como en los demás derechos adquiridos, repercutiría fuertemente en el mercado eléctrico y las señales para inversión futura, así como en la credibilidad financiera de las empresas, del mercado y del país. De esta manera, un problema financiero del mercado energético se convertiría en un incumplimiento del Estado Nacional, fuerte signo de falta de seguridad jurídica”, agregaron.

La asociación remarcó también que “es relevante recordar que los PPAs (Power Purchase Agreement, por sus siglas en inglés) son contratos que se gestaron como un compromiso de Cammesa en el marco de regímenes de promoción de inversiones en un sector en el cual, a pesar de existir la necesidad de nueva generación, no estaban dadas las condiciones para la inversión privada producto de una señal de precio fuertemente distorsionada por los subsidios”.

Las empresas también denunciaron que las estaban extorsionando ya que el gobierno condicionaba los nuevos pagos a la aceptación de la propuesta. “El hecho de sujetar el pago de febrero, para el cual Cammesa posee fondos disponibles desde mediados de abril, a la firma de un acuerdo en el cual se acepte el pago en bonos para los montos correspondientes a diciembre y enero (con la quita que ello implica), resulta especialmente inaceptable”, dijo Ageera.

Pese a las quejas empresarias, Economía mantuvo su oferta y de a poco las empresas fueron aceptando. Las últimas en hacerlo fueron Pampa Energía, Central Puerto, MSU Y Energy. En el mercado señalaron que, si bien la propuesta no sufrió modificaciones, las empresas negociaron concesiones oficiales sobre otros temas a cambio de poner la firma.

“100 pct de adhesión a la propuesta de cancelación de deuda de Cammesa correspondiente a las facturas de diciembre y enero. Cabe resaltar la buena predisposición de los empresarios del sector que, entendiendo la situación heredada, adhirieron a la propuesta. El sector energético, que ya mostró un superávit comercial de 2400 millones de dólares en el primer cuatrimestre del año, tiene un enorme potencial en nuestro país, con un superávit proyectado de 25 mil millones de dólares para el 2030”, celebró Caputo en su cuenta de X.