La familia de una joven asesinada por su ex novio, quien hace una semana fue condenado a 22 años de cárcel y no a prisión perpetua porque los jueces consideraron que al momento del crimen estuvo en un estado de “emoción violenta”, apelará el fallo porque está convencida de que se trató de un femicidio. La abogada Lucía Ransenberg, representante de la familia de la víctima, dijo que la sentencia del Tribunal Oral 4 de San Isidro fue “un mal mensaje para la sociedad” porque “está muy claramente probado” que el acusado, Brian Montenegro, de 22 años, cometió “un femicidio” dado que hubo “violencia anterior, una denuncia por violencia de género y una restricción perimetral” en su contra. Ransenberg dijo que la familia de Débora Díaz, de 28 años, le pidió que apele el fallo dividido del tribunal. La sentencia también será apelada por la fiscal Carolina Carballido Catalayud. “Esperemos que Casación tenga una visión más actualizada porque con esta sentencia atrasamos 50 años, parece la letra de un tango”, afirmó la abogada. Los jueces consideraron que no fue femicidio porque la ex pareja de Montenegro, que estaba embarazada, le dijo a él –el día en que la asesinó– que ella mantenía una relación con otro hombre y eso provocó la “emoción violenta”.