Tras las sucesivas denuncias por abusos, el Colegio Cardenal Newman, la institución que formó a buena parte del establishment argentino, entre ellos al presidente Mauricio Macri y a muchos de sus funcionarios, separó a un cura porque las autoridades alegaron que lo encontraron en diferentes “situaciones irregulares” con los alumnos. El padre Luis Lenzi, de 67 años, ya fue apartado y las autoridades del colegio activaron el protocolo para lidiar con situaciones de abuso. 

El director general del Newman, Alberto Olivero, envió una comunicación a los padres para dar a conocer su decisión. Ellos aseguran que al menos siete personas de la institución “lo vieron en diferentes situaciones cometiendo imprudencias con los chicos”. La escuela es dependiente de los Christian Brothers, una congregación irlandesa que abrió su primera escuela en Dublín en 1802 y que acumula al menos 400 casos de pedofilia con condena firme contra sacerdotes en Irlanda y otros 280 en Australia. 

Entre los “Newman boys” más conocidos, se destacan el presidente Macri y el ex ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat Gay. También el ministro de Trabajo Jorge Triaca, el titular de la Anses Emilio Basavilbaso, el asesor presidencial José Torello y el secretario de Legal y Técnica Pablo Clusellas.

Olivero dice que confrontó a Lenzi con las acusaciones y que éste admitió las “imprudencias”. “Jugué con los chicos como si fuese un niño”, dice Olivero que le dijo Lenzi. “No sos un niño”, le contestó Olivero. Este símbolo del poder y del dinero, ubicado en la localidad bonaerense de Boulogne, ya estaba en la mira de la policía de Irlanda, que en junio inició una investigación para averiguar los casos de abusos ocurridos en esa sede de los Christian Brothers. El testimonio de un ex alumno que contó los vejámenes que sufrió en el colegio, había desembocado en una investigación de la Oficina de Servicios de Protección de la Guardia Cívica. 

De acuerdo con ese testimonio, en la década del 80 hubo 22 casos de estudiantes abusados sexualmente por parte de los directores religiosos. El ex alumno confirmó que él fue abusado por Finnlugh Mac Conastair, un capellán irlandés que era conocido entonces como “padre Alfredo”. 

La denuncia generó una conmoción en el país y trascendió las fronteras: la policía de Irlanda se comunicó con el ex alumno del colegio Cardenal Newman y la Oficina de Servicios de Protección de la Guardia Cívica le envió un mail en el que le informó por medio de un agente que la oficina de minoridad abrió una investigación para conocer la responsabilidad de la congregación Christian Brothers, que está a cargo de la escuela, tanto en los abusos como en el encubrimiento.

El pasado 10 de abril, en una carta pública, el hermano Hugo Cáceres, superior regional de la congregación de los Christian Brothers de América latina, pidió perdón a “todas las víctimas” del colegio.