Algunos no pueden ser otra cosa. No pueden ser otra cosa que artistas, que sanadores, que chamuyeros o que contadores. No es cuestión de limitaciones. No es que no puedan –ponele– languidecer en una oficina. Es una cuestión ontológica, existencial, incluso vinculada con la identidad. Algo de eso que el filósofo Antonio Negri escribió a propósito de su encarcelamiento por sus ideales comunistas en Job: la fuerza del esclavo. Meterlo en cana no lo haría menos comunista. Hay una cuestión de “persistencia ontológica”. O, en criollo, de aguantar los trapos hasta cuando la mano viene torcida. Eso es Warpaint.

O Warpaint es –también– la interesante incursión de Renzo Podestá (el de El aneurisma del chico punk y 27) en el género “de las espaditas”, como gusta llamarlo. La historieta de un guerrero del antiguo norte europeo (celta, probablemente) atrapado en un ciclo eterno de reencarnaciones, luchas, derrotas y supervivencias que culminan en un nuevo empuñar de lanzas. Aún cuando existe –siempre– la posibilidad de romper el círculo y volverse oficinista.

No es difícil imaginar en este tomo una alegoría autobiográfica. Al cabo, su autor anda en quichicientos proyectos comiqueros: hace un par de semanas, mencionó en su Facebook más de media docena entre los propios y los que pagan el alquiler. Y eso sin contar el segundo volumen de El aneurisma, pendiente de publicación. Además, el libro sale por su propio sello –quizás por eso del hazlo tu mismo punk–, que maneja junto a su también historietista novia, y que forma parte del colectivo editorial Big Sur.

Ultimo detalle sobre Warpaint: el protagonista se empilcha con pinturas de guerra antes de cada batalla, lo que le provoca un dilema existencial de arranque: ¿quién es él? ¿Quien se piensa a sí mismo es efectivamente el tipo con la cara pintada o se convierte en otro con los ungüentos en su piel? Y en ese caso, ¿quién es más auténtico? Lo dicho: ontológico, existencialista y vinculado con la identidad, pero con tinta rabiosa, salpicada como sangre y mugre sobre las páginas de una épica puramente personal.