En la provincia de Santa Fe, los gremios más poderosos decidieron no esperar. Están convencidos de que no hay nada bueno detrás de la reforma laboral que impulsa el gobierno de Mauricio Macri y, por las dudas, se preparan para lo peor. Con poca confianza en la capacidad de lucha de la CGT nacional, se nuclearon en el Movimiento Obrero Santafesino e hicieron su presentación en sociedad. La misma incluyó una reunión con Cristina Fernández de Kirchner este miércoles en Buenos Aires. Si bien no todos los gremios se consideran kirchneristas, muchos de los sindicatos creen que la ex presidenta sigue siendo la única referencia clara desde la oposición para frenar la embestida de las reformas lanzadas por el presidente.

Integrado por la CTA provincial, cinco regionales de la CGT, el Movimiento Sindical Rosarino, la Federación de Trabajadores Municipales de la provincia (Festram), Amsafe provincial y ATE; el MOS hizo ruido desde que se lanzó y llamó la atención también en Buenos Aires. Desde el principio sostuvieron que lo central en este escenario es "la unidad" y que "habrá que enfrentar las medidas de ajuste que pretende implementar el gobierno nacional".

El abogado laboralista y diputado nacional Héctor Recalde asegura que el proyecto de reforma laboral del gobierno también afecta a las pymes. Sostiene que en 2014 se votó la ley 26.940 que establecía para las pequeñas y medianas empresas una serie de ventajas en materia de contribuciones patronales. Recalde asegura que en el proyecto del oficialismo estas ventajas "quedan sin efecto y se las dan a las grandes empresas. No solamente los perjudicados serán los trabajadores sino también las pymes. No escuché a nadie todavía decir esto".

En el MOS confían además en que no son los únicos que se han lanzado a este plan de unidad en el país. Tienen noticias frescas de plenarios con pronunciamientos muy fuertes que se están haciendo en Córdoba y también con entendimientos importantes entre la CGT y la CTA en Neuquén y también en Río Negro. "Entendemos que por abajo se está gestando un proceso muy importante donde los trabajadores nos estamos expresando para decir claramente que lo que viene no es reforma sino ajuste", dijo en su momento Sonia Alesso de Amsafé y CTERA.

Ahora piden una reunión con el gobernador Miguel Lifschitz para involucrarlo directamente en la estrategia de resistencia y habrá encuentros pedidos a todos los legisladores de Santa Fe para establecer compromisos futuros para cuando llegue la hora de votar distintos tramos del paquete flexibilizador.

Muchos de estos gremios, sobre todo los de la órbita estatal, tienen buena relación con el gobierno del Frente Progresista a pesar de que siempre se han reivindicado peronistas. Es más, varios dirigentes comenzaron a tener reuniones con encumbrados representantes del PS para sondear las bases de un posible acuerdo electoral para 2019 en Santa Fe, de la mano de un frente que sume a distintos sectores del peronismo para dar la batalla ante lo que se presume, será un escenario favorable al Frente Cambiemos. Por supuesto, los primeros en poner el grito en el cielo con estos escarceos fueron los radicales, que hasta emitieron un comunicado oficial señalando que no van a tolerar la incorporación de peronistas al Frente Progresista, aunque muchos de estos radicales ya estén abandonando el barco en la provincia.

Por supuesto, estas ideas no convencen a todo el peronismo santafesino, que no se ve caminando al lado del socialismo ni en una película de ciencia ficción. Sin embargo, desde el PS muchos creen que se vendrá un tiempo en el que las aguas se dividan de tal manera que queden dos opciones: ir hacia la derecha con Cambiemos o elegir una opción más nacional y popular hacia el lado del progresismo. A otros no les faltan razones y piensan directamente que estas ideas no tienen síntesis electoral y que difícilmente encuentren una manera de compartir boletas y candidatos para el futuro.

 

Andres Macera

 

 

Descanso dominical

No faltan muchos días para que expire el tiempo que tiene el camarista sorteado para definir si es constitucional o no la ley de descanso dominical que votó la Legislatura santafesina y a la que adhirió una veintena de municipios, entre ellos Rosario. Todo quedó en manos de Abraham Luis Vargas, que será quien decida.

El proceso de esta ley impulsada por la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario, fue similar par todos los estamentos: Nadie quería enfrentarse con los grandes supermercados al cerrarle uno de los días de mayor facturación, pero tampoco querían quedar mal con el gremio que pedía la medida. Por eso los legisladores provinciales votaron una ley a la que debían adherir cada uno de los municipios y así trasladó la presión a los concejos municipales de cada ciudad.

Los concejales de las distintas localidades sufrieron todo tipo de presiones directas e indirectas de empresarios supermercadistas de cadenas nacionales y extranjeras. La norma se judicializó en todas sus partes hasta llegar a la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe que también se sacó el tema de encima advirtiendo que como son seis miembros, se daba un empate en las posiciones por lo que había que sortear a un camarista para que se defina y así sucedió.

Pero en la Corte, el proceso dejó algunos enconos. Por ejemplo, fuentes del máximo tribunal sostienen que su presidente Daniel Erbetta sostiene "una cosa para afuera y otra distinta para adentro", respecto de los posicionamientos sobre el tema. Se enojan algunos porque el titular del cuerpo "muchas veces hace quedar al resto de los miembros como conservadores cuando las cosas no son tan así". Como sea, después de un largo camino en el que opinaron más de 60 legisladores provinciales y más de un centenar de concejales a lo largo y a la ancho del territorio santafesino; será una sola persona la que decida el futuro de la norma.