El martes 14 fue uno de los peores días en la vida del abogado y ex funcionario Pablo Paladino. Se suicidó su amigo Jorge Delhon en Lanús y recibió una dura acusación de Alejandro Burzaco desde EE.UU. Dijo que le pagó 4 millones de dólares en coimas. El ex coordinador del programa Fútbol para Todos aceptó una entrevista con PáginaI12 para dialogar sobre ambos temas. Está muy golpeado. Además se lo percibe molesto con una situación que, piensa, se suma a los ataques contra el FPT y que persigue seguir machacando sobre el descrédito del gobierno kirchnerista.

–¿Cuál es su respuesta a las imputaciones de Burzaco contra usted y Jorge Delhon?

–Nosotros no tenemos nada que ver en la causa de la FIFA y lo que declaró Burzaco lo hizo tres años después como testigo en un tribunal que investiga un hecho, los sobornos de la Conmebol, que no tiene relación con el Fútbol para Todos. Para mí está clara la intencionalidad: estigmatizar al programa Fútbol para Todos. 

–¿Cuál es su situación procesal en la causa del FPT que lleva adelante la jueza María Servini de Cubría?

–Estoy sobreseído definitivamente. Porque el programa no tenía ni facultades ni presupuesto. Y está demostrado que los otros funcionarios sólo están imputados por el tema de la compañía Iveco, porque la jueza discute eso y nada más que eso. Además, Delhon nunca estuvo ni mencionado en la causa.

–Usted dijo en declaraciones con otros medios que ésta era una pelea entre otros intereses. ¿A qué intereses se refería?

–Me refería al fútbol otra vez en manos de los privados. A darle verosimilitud a esta nueva etapa donde el fútbol tiene apenas un millón de abonados y eso es el diez por ciento del total de abonos básicos al cable. Quieren ratificar que el fútbol debe estar en manos privadas. No tengo ninguna duda de que las acusaciones contra el programa guardan relación con eso. Y va de suyo que también ensuciar a funcionarios del gobierno anterior.

–¿Qué piensa al comprobar que Burzaco lo metió en la misma bolsa de corruptos donde incluyó a Julio Grondona?

–Usted fíjese que habló hasta el 2014 para llegar hasta la instancia del muerto Grondona. Yo ni siquiera conozco a los demás personajes, no sé quiénes eran los de la Conmebol. Ni tampoco nada de esa causa en Estados Unidos. Solo sé que deben investigar a las empresas que les adjudicaron los derechos de TV, a las que pagaron coimas para quedarse con ellos. No me extraña porque así se formaron, así crecieron y siguen teniendo los derechos de la Copa Libertadores y de la Selección nacional. Nada cambió.  

–¿Qué piensa sobre la trágica actitud que adoptó Delhon?

–Era un hombre fantástico, un padre de familia fenomenal, un excelente amigo, un tipo de laburo que salió a trabajar y remarla desde muy chico. No era un hombre acostumbrado a los avatares de la política. Es una pérdida para mí y principalmente para su familia. Tengo un dolor enorme. Siempre me dio una mano desde la amistad, desde lo jurídico. Pregúntele a los periodistas, a los productores del Fútbol para Todos, todos lo conocían, todos me llamaron, es por eso muy profunda mi tristeza en este momento.

–Si las imputaciones de Burzaco fueran falsas y no las pudiera probar en un juicio, para usted que es abogado, ¿cuáles serían los pasos que deberían dar tanto usted como la familia de Delhon y sobre todo esta última?

–La verdad es que todavía no pudimos analizar nada de eso. Hay que acompañar a la familia, a los hijos. No nos pusimos a pensar en el tema. Mañana (por hoy) cuando hable con otros abogados y con la familia pensaré en cómo actuar. En estos momentos lo primero que nos ocupa es lo humano, sus cuatro hijos adolescentes que están viviendo una situación trágica. 

–¿Considera que cuando Delhon se enteró de las acusaciones de Burzaco decidió suicidarse porque sintió mancillado su honor?

–Me imagino que sí, que lo afectó en su integridad, en el reconocimiento de toda la gente, de sus amigos. Me imagino que fue así.

–¿Usted había conversado con él momentos antes de que se arrojara a las vías del ferrocarril Roca?

–Le dije: venite para casa. Para contenerlo como amigo. Porque yo estoy acostumbrado a estas cuestiones de la política, principalmente en los años del Fútbol para Todos, que fue denostado permanentemente. Entonces le dije que se quedara tranquilo, que yo iba a salir a defenderlo, a decir las cosas como eran. Fue así que me dijo: “Pala, voy para allá”. Pero es evidente que en el transcurso de su viaje en tren, desde la Capital para acá, se habrá visto en las redes sociales con semejante acusación y eso lo afectó notoriamente. 

–¿Había algún indicio que los hiciera sospechar a usted y Delhon de que Burzaco iba a decir lo que dijo ante un tribunal de Estados Unidos?

–Jamás, nunca hubo nada que nos hiciera pensar en una acusación de ese tamaño. Porque el programa Fútbol para Todos tenía una actividad que era articular con los periodistas los móviles, con la AFA los horarios, con los dirigentes y los organismos de seguridad la organización de los partidos desde el Estado. Nosotros no teníamos más responsabilidad que ésa. Jorge Delhon era solo un asesor, pero era conocido por quienes estaban en el Fútbol para Todos porque junto a mí trabajaba en toda la operatoria con el interior, con los asistentes, con los que hacíamos el programa. Cristina, Máximo y Zannini se sentaban con Grondona y discutían; jamás nosotros.

–¿Hace cuánto tiempo que lo conocía a Delhon?

–Calcule que más de diez años. 

–¿El era socio de Jorge Omar Oliva, un representante de futbolistas?

–Sí, pero hace muchísimos años. Cuando estuvo con noso- tros en el Fútbol para Todos no tenía otra actividad que no fuera ésa. Eran amigos, pero fue antes de venir a trabajar al programa. Los dos vivían en el mismo edificio de Remedios de Escalada desde jóvenes, se conocían de toda la vida.