Al cierre de esta edición, en el PJ bonaerense no llegaban a la fumata blanca. La disputa interna para la conducción del partido seguía trabada entre la candidatura del actual presidente Fernando Espinoza y un nutrido grupo de intendentes del Conurbano que plantean la renovación para la nueva etapa. El candidato de este grupo es el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, a quien, según sus propios cálculos, lo sostienen los jefes comunales de la primera sección electoral y la mayoría de la tercera y es el enlace con el massismo y el randazzismo que quiere volver al seno del PJ. Crecía la alternativa de que el ex intendente de Berazategui, Juan José Mussi, sea el candidato de consenso y presida por un año el PJ para ordenarlo y convocar a elecciones nuevamente. Otra opción que sonaba era el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray.

“Tenemos que acordar o no antes de la medianoche porque sino viene (Eduardo) Duhalde y se queda con todo”, aseguró preocupado pero con humor a PáginaI12 uno de los intendentes que rosqueaba anoche para llegar a una lista de unidad, recordando el pedido de intervención que el ex gobernador bonaerense presentó en la justicia. Las doce de la noche era el horario tope para inscribir las listas que participarán en la elección de autoridades partidarias del 17 de diciembre y la incertidumbre pasaba por si se llegaba a acordar una lista de unidad o habría enfrentamiento en las urnas.

En una tarde sin fin, a ambos lados de las urnas se mantenían las posturas de los candidatos. Por un lado los seguidores de Menéndez sostenían que una lista encabezada por el merlense era lo que se imponía, mientras que del otro lado los espinocistas planteaban que el matancero no se iba a bajar de su candidatura y se terminaría en una interna. Por la sede histórica de Matheu ya habían desfilado legisladores, intendentes y representantes de los movimientos sociales alineándose detrás de la idea de unidad, sin enrolarse detrás de la figura de ningún candidato. En nombre de la CGT, el dirigente de los canillitas, Omar Plaini, ya había anticipado el miércoles que “la CGT, si no hay unidad, no participa. No vamos a intervenir en una interna de esta naturaleza porque creemos que en este momento más que nunca hay que tener gestos de grandeza”, poniendo el ojo en la situación social generada por las medidas de ajuste del macrismo. El dirigente gremial bonaerense recordó que “así como nosotros fuimos capaces de construir la unidad en base a un triunvirato porque para nosotros no era posible elegir un solo hombre, y para nosotros hoy el liderazgo es la unidad, no podemos borrar con el codo lo que escribimos con la mano en la CGT”, y prefirió no meterse con el nombre de quién encabezará la presidencia. 

Lo único en lo que se habían puesto de acuerdo fue que quien encabezará no tuviera expectativas para la gobernación. Espinoza representa al municipio más populoso y peronista del Conurbano y cuenta con el apoyo de la intendenta, Verónica Magario, además del kirchnerismo. Menéndez es visto como un hombre más dialoguista, con llegada a los intendentes del massismo y del randazzismo, hecho que genera apoyos y rechazos. Apoyos de los dirigentes como el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, (que quiere ser candidato a gobernador) y que negoció con la gobernadora María Eugenia Vidal el voto a favor del Presupuesto en la legislatura. En tanto, quienes están detrás de Espinoza, están convencidos de que al modelo macrista hay que enfrentarlo y no cederle espacio. Una hora y media antes de la hora tope la lista de unidad estaba lejos. Espinoza se presentaría con el intendente de Moreno, Walter Festa, como segundo y Menéndez con Mussi en la fórmula.