Un docente de la carrera de periodismo en una universidad nacional descubre que sus alumnos no saben quién fue Jorge Julio López, militante peronista sobreviviente de la dictadura cívico militar que desapareció en democracia, el 18 de septiembre de 2006, en la ciudad de La Plata. También otro docente, pero en un instituto terciario y privado, se da cuenta de que no conocen a Nora Cortiñas, Madre de Plaza de Mayo que murió a los 94 años el pasado 30 de mayo. ¿La sociedad argentina tiene una memoria a corto plazo que hace que personalidades destacadas en el ámbito de los derechos humanos o que hechos traumáticos recientes como la crisis y represión en diciembre de 2001 sean olvidados? “La preocupación por transmitir los hechos del pasado a las generaciones más jóvenes no es un problema nuevo ni es solamente argentino”, plantea Claudia Feld, doctora en Ciencias de la Comunicación, investigadora principal de Conicet que integra el Núcleo de Estudios sobre Memoria.
Comunicólogos y sociólogos reflexionan sobre las dificultades para evocar la historia reciente
La memoria política, cada vez más corta
Docentes descubren, en plena clase, que sus alumnos desconocen quienes fueron Jorge Julio López o Nora Cortiñas. La pregunta sobre cómo contar los hechos clave de los últimos años se instaló como tema de conversación cotidiana. Pero, ¿qué pasa con los más jóvenes? ¿Qué estrategias pueden adoptarse para conservar la historia? Página/12 dialogó en búsqueda de respuestas con Claudia Feld, doctora en Ciencias de la Comunicación; la socióloga Elizabeth Jelin; la profesora de Historia Sandra Raggio, directora general de la Comisión Provincial por la Memoria; y el sociólogo Daniel Feierstein.
Este es un contenido periodístico exclusivo para Soci@s, para leerlo completo subite a nuestro colectivo.