Amado Boudou participó personalmente de la audiencia en la que, junto a su abogado Eduardo Durañona, pidió la excarcelación. La base del reclamo es que siempre estuvo a derecho y que está preso sin juicio ni condena. El argumento del juez Ariel Lijo fue que Boudou tiene una especie de poder residual, devenido de su gestión como vicepresidente. “Si hasta 2015 no obstaculicé la investigación, siendo vicepresidente, ¿cómo se puede alegar que puedo obstaculizar ahora que ya no tengo ningún cargo?”, dijo ayer Boudou ante los jueces Jorge Ballestero y Leopoldo Bruglia, integrantes de la Sala I de la Cámara Federal. En Comodoro Py se marcaba ayer una diferencia notoria. Lijo llamó a indagatoria a Jorge Brito, sin ordenar la detención. El banquero –opinan muchos– tiene hoy bastante más poder que Boudou. El propio fiscal del caso, Jorge Di Lello, dejó por escrito un dictamen en el que sugiere que se le debe otorgar a Boudou alguna medida alternativa a la prisión, tal vez la prisión domiciliaria o la tobillera.