El presidente brasileño, Michel Temer, comenzó a delinear la reforma que ha anunciado en su gabinete con la incorporación de Alexandre Baldy como ministro de Ciudades, en medio de fuertes conjeturas sobre cambios en otros despachos. Como diputado que fue hasta ayer, Baldy integró la poderosa base parlamentaria que respalda a Temer, que permitió la aprobación de polémicas reformas e incluso fue clave para archivar dos denuncias por corrupción que la fiscalía presentó este año contra el gobernante, que de haber sido aceptadas le podían costar el cargo. El Ministerio de Ciudades era hasta ahora una “parcela” de poder ocupada por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), cuyo grupo en la Cámara baja se dividió frente a las denuncias contra Temer, lo que dejó en duda su “fidelidad” al mandatario. 

Baldy, de 37 años y afiliado al Partido Progresista (PP), pasa a ocupar el cargo que hasta la semana pasada ejercía Bruno Araújo, del PSDB y quien renunció en aparente respaldo a los sectores de esa formación que eran favorables a llevar a Temer ante los tribunales, pese a que alegó razones personales para su dimisión. Temer aún no ha precisado cuántos cambios hará en su gabinete, pero fuentes políticas calculan que, en función de los apetitos electorales manifestados por los actuales miembros de su gabinete, pudiera verse obligado a sustituir a 17 de sus 28 ministros. El año próximo además de un nuevo presidente serán elegidos los 27 gobernadores y renovado el Parlamento. Según las normas electorales en Brasil, los candidatos a algún cargo electivo deben dejar sus puestos en la administración pública al menos seis meses antes de los comicios de octubre.