Para recobrar la imagen del debut de Amadou & Mariam sobre suelo porteño, hay que remontarse a la segunda fecha del Festival BUE de 2006. En una carpa montada en el predio del Club Ciudad de Buenos Aires, mientras la inmensa mayoría de los asistentes esperaba con ansiedad el aterrizaje de los robóticos Daft Punk, un público más reducido era testigo de un show que también parecía llegar desde otro planeta. Vestidos de cuero negro, con sus anteojos de sol como señal distintiva, los malienses encendieron la noche con un repertorio que se alimentaba de Dimanche à Bamako, pero también de otros hitos de su discografía previa. Desconocidos por muchos, en la previa se comentaba que el dúo había sido producido por Manu Chao y eso también actuaba como foco de atracción. En la noche del sábado 4 de noviembre de aquel año, la banda llegaba calibrada en su punto justo. 

Para su segunda excursión porteña, el matrimonio de Mali contó con mejores condiciones de acústica y sonido. Fue en el marco del Festival Telecom 2008, que se llevó a cabo en uno de los auditorios del Centro Cultural Recoleta, con una programación orientada al jazz y a las músicas del mundo. Y en ese marco se pudo apreciar la propuesta de Amadou & Mariam en un contexto más favorable, menos caótico que el de un megaevento multitudinario. Cerca de mil personas llenaron el lugar y entraron en estado de trance con el groove de la banda, que levantó vuelo a partir del combustible  que los caracteriza, ese que combina el latido primitivo, tribal de la música africana con la electricidad guitarrera y la pulsión hipnótica de un trip sonoro anclado en el siglo XXI. Los picos de la noche quedaron señalados, otra vez, por los hits de Dimanche à Bamako, pero también recorrieron temas de sus discos anteriores.

A fines de octubre de 2012, regresaron para presentar Folila en Niceto. Y hacia el boliche peregrinaron sus fans tempranos y también un público que acababa de descubrirlos, quizás atraído por la lista de colaboradores de su nuevo disco: Damon Albarn, TV on the Radio, Santigold, Scissor Sisters y siguen las firmas. Con atuendos tradicionales de telas brillantes, parados sobre el escenario con su habitual economía de movimientos, Amadou & Mariam desataron una fiesta afropop en Palermo. El clímax lo marcó “Beaux dimanche”, de Dimanche à Bamako. Los recién estrenados “Mogo”, “Wily Kataso” y “Africa mon Africa” fueron bien recibidos, aunque despertaron menos entusiasmo que su repertorio más popular. Las raíces de la música de Mali, alimentadas con minerales de blues, soul y rock, tamizadas por la Stratocaster plateada de Amadou y la voz de Mariam, instalaron una conexión con banda ancha entre la noche porteña y el pulso de un universo ancestral.