Sou Ni Tilé (1999)

La primera excursión del dúo a un estudio de grabación fuera de África es considerada por muchos como su debut oficial. A partir de la mixtura entre unas percusiones mínimas y una melodía suplicante trazada por el violín, Amadou y Mariam construyen un pacto de amor cantado en “Je Pense A Toi”. Fue un hit, que los llevó a sonar en las radios de Francia y a vender cien mil discos. Seu Ni Tilé fue una carta de presentación contundente y, por el interés despertado, se rescataron algunas grabaciones previas en Se Te Djon Ye. 

Se Te Djon Ye (1999)

Una guitarra acústica, dos voces. Y nada más. Se Te Djon Ye es una versión de la música de Amadou & Mariam al desnudo, en su estado original. El disco contiene la esencia, el núcleo del diálogo musical con el que se puso en marcha la pareja de Bamako. Un registro casero de blues desértico, en el que se destacan el tema que le da título, “Mon Amour” y “Toubala Kono”. Antes de llegar a su edición en CD, los temas habían circulado en formato cassette por las calles de Mali para cosechar a sus primeros adeptos en los años previos.

Tje ni mousso (2000)

Sin correrse un milímetro del punto exacto en el que hunden sus raíces, Amadou & Mariam se rodean de instrumentos que aportan nuevos colores: una sección de vientos completa, órganos vintage y líneas de bajo picantes que remiten al funk. En Tje ni mousso no alcanzan, todavía, el sonido “de banda” que elevaría su música a niveles insospechados, pero dan un paso decisivo en su movimiento de integración y desarrollo. Alumbran ese camino “Chantez-Chantez” y “Nangaraba”, que a la vez abren y cierran la lista.

Wati (2002)

El acento latino que aporta la voz invitada del rapero Sergent García en “Baroni”, el toque blusero del piano en “Sarama”, las resonancias orientales que trae la zanfoña (un instrumento de cuerdas medieval) de “Barika”: todo en Waiti aparece condimentado con la paleta de sabores típicos de África que la dupla maneja a la perfección. Ritmo y melodía se potencian y entretejen en una escalada cancionera que produce joyas como “Chauffeurs”. Un disco ecléctico y adictivo que atraviesa las fronteras y los ubica en el punto justo para dar el gran salto.

Dimanche à Bamako (2004)

Amadou Bagayoko y Mariam Doumbia en estado de gracia. Con producción de Manu Chao, la pintura costumbrista de las calles de su tierra natal alcanza la estatura de un clásico del arte universal. Dimanche à Bamako pone en funcionamiento un mecanismo de relojería perfecto, en el que encastran y giran piezas grandes, medianas y pequeñas. Chao se involucra también en la composición, canta y aporta su collage de reggae, dub y efectos especiales. Amadou & Mariam levantan vuelo en formato banda y entregan joyas como “Coulibaly”, “La Realité” y “Beaux dimanches”.

Welcome to Mali (2008)

Producido por Damon Albarn, “Sabalí” es una miniatura afropop encantadora que endulza Mariam con su registro más agudo. El sabor cambia con el segundo tema, el no menos contundente “Ce N’est Pas Bon”, en el que Amadou repasa con amargura las miserias de la política. Y ese, el punto fuerte de Welcome to Mali, es también su principal debilidad, porque luego se impone la sensación de que lo mejor quedó atrás: la apertura de ese par perfecto. El equipo de productores del disco se completa con Laurent Jaïs y Marc Antoine Moreau.

Folila (2012)

En bambara, “folila” significa música. Y el título puede sonar vago, pero sirve para ilustrar la movida de Amadou & Mariam, que partieron del espíritu local para construir su álbum más ambicioso y abierto a las influencias del planeta sonoro. Un experimento de fusión entre la tradición africana y el pop global, que incluyó un proceso de grabación paralelo entre Mali y Nueva York. Entre los invitados del álbum figuran integrantes de TV on the Radio, Yeah Yeah Yeahs y Scissor Sisters, además de Bertrand Cantat, Santigold y Ebony Bones.