Valentina Bassi debutó en la pantalla grande en 1993 con El caso María Soledad, dirigida por Héctor Olivera. Consultada sobre los recuerdos que tiene de aquella experiencia sobre la película que recrea el caso del asesinato de María Soledad Morales en la Catamarca de los 90 y de los Saadi, señala: “Fue un comienzo fuertísimo. Yo conocía el caso porque tenía la misma edad que María Soledad. Cuando estaba preparando mi viaje de egresados leí en el diario el caso. Me pegó mucho porque me sentí identificada”. Bassi intuye que quedó tras el casting porque debe haber habido “algo de provincianismo que a Olivera lo hizo definirse”. La actriz llevaba tan sólo dos años viviendo en Buenos Aires y, según confiesa “tenía cero porteñismo encima”. “Creo que fue básicamente eso. No tenía una gran trayectoria actoral. Había hecho un montón de teatro en Trelew, tenía un grupo, pero no había hecho nunca cine ni tenía idea”. También reconoce que fue una experiencia intensa “por todo lados” porque “era un tema tremendamente político y porque quería “que estuvieran todos presos”. A la vez, tampoco podía dar nombres “porque la película estaba rodeada de juicios”. Bassi dice que por todo lo que tuvo que lidiar “con un montón de cosas más que actorales, fue un compromiso más social que actoral”.