Bolivia, uno de los países más pujantes de la región, proyecta un crecimiento de 4,7 por ciento en 2018 y una tasa de inflación de 4,5%, anunció ayer el ministro de Economía, Mario Guillén. “El crecimiento del PIB del próximo a¤o va a estar por alrededor del 4,7% (..), la tasa de inflación estará cerca de 4,5, es decir 4,49 por ciento’’, apuntó Guillén en conferencia de prensa. En su condición de país exportador de gas natural, Bolivia proyectó esos datos tomando en cuenta un precio referencial del barril del petróleo de 45,5 dólares. Ayer, en la apertura del mercado neoyorquino el precio del crudo operaba a 57,71 dólares. Según Guillén, el presupuesto general de 2018 “es cauto y prudente’’. Además, “acorde a los precios de venta de gas a Brasil y Argentina (sus principales mercados)’’. El presupuesto de inversión pública alcanzar  a 6210 millones de dólares, destinado principalmente a sectores tales como hidrocarburos, electricidad, minería, comunicaciones e infraestructura vial. Según las previsiones, el presupuesto arrojará un d‚ficit fiscal de 8,32 por ciento. La expectativa de crecimiento de 2018 es levemente mayor en 2 puntos, que la de 2017, que no pudo superar el listón del 4,5 por ciento que permite a los trabajadores bolivianos acceder a un aguinaldo doble en diciembre. La remuneración doble se estuvo cumpliendo en 2013, 2014 y 2015, luego de que entró en vigencia un decreto del presidente Morales.