Jorge Villarreal, padre del jefe de operaciones del submarino ARA San Juan, Fernando Villarreal, señaló ayer que “hay muchas familias que están devastadas” por la desaparición del sumergible con sus 44 tripulantes.

No obstante, aseguró que se mantiene “con esperanza y fe para que tengamos buenas noticias” acerca del sumergible desaparecido hace trece días. 

“Hay gente que se ha retirado (de la base naval de Mar del Plata). Nosotros nos retiramos porque si bien se trabajó perfectamente porque hubo contención espiritual, hay familias como (ocurrió con) mi nuera, que fue una sola vez”, señaló a la radio Universidad de Bahía Blanca en alusión a quienes aguardan noticias sobre el San Juan. Jorge Villarreal, quien reside en Punta Alta con su esposa y se encuentra en Mar del Plata, sostuvo que “nadie se ocupó de ir a la casa” de su nuera “y preguntarle cómo estaba”

“Solamente (asistieron) a la gente que estaba en la base naval”, agregó.

“Nosotros no nos acercamos a la base pero estamos mirando de cerca, no nos acercamos para evitar algunas situaciones”, expresó en referencia a las discusiones con otros familiares que involucraron a la abogada Itatí Leguizamón, esposa de uno de los tripulantes del submarino.

“Itatí fue agredida en la base y no quiero hablar de más, pero me parece que le habían bloqueado la entrada. Me quiero comunicar con ella para ver qué es lo que pasó”.”Tenemos que unirnos y no utilizar la agresión”, dijo.

“Lo único que sé es que (los tripulantes) están preparados para una supervivencia extrema y cada uno depende del otro, el trabajo profesional lo hacen”, apuntó Jorge Villarreal.