El Congreso de la Nación aprobó la ley de paridad que dispone que las listas electivas de candidatxs para legisladores/as nacionales deberán integrarse con un varón y una mujer de manera alternativa y secuencial (50-50) a efectos de garantizar una participación política equitativa entre géneros. El proyecto tenía media sanción del Senado (cuando se intentó que la paridad fuera una excusa para aprobar el voto electrónico) pero, sin el combo de reforma electoral, no había logrado tratarse durante las sesiones ordinarias de este año. Y, finalmente, con algunas resistencias, en la trasnoche, las diputadas lograron que se vote en la sesión del miércoles pasado, con 165 votos a favor y 4 en contra (de la UCR, Cambiemos y el P.O.). La norma se aplicará por primera vez en las elecciones legislativas de 2019.

“La igualdad en la composición del Congreso era una deuda pendiente. Ahora, la sociedad cuenta con más herramientas para robustecer el debate público con valiosas voces y diversas perspectivas”, aseguró Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina. Por su parte, la diputada nacional Lucila De Ponti (del bloque del Movimiento Evita) subrayó: “Las mujeres somos más de la mitad de la población, pero al día de hoy la mayor parte de los cargos son ocupados por varones. Esta ley es necesaria para empujar cambios en pos de una sociedad más igualitaria. La paridad debe construirse en todos los espacios de participación: en los sindicatos, las empresas, las organizaciones sociales, en todos lados”. Y Victoria Donda, diputada de Libres del Sur, resaltó: “No se trata solo de que las mujeres accedan a la representación política, sino también de que dicha representación instale cada vez con más fuerza en la agenda nacional los temas que nos importan”.