Por primera vez desde que los sorteos de la fase de grupos de la Copa del Mundo se volvieron un show que concita la atención internacional, Diego Maradona fue la estrella de la cita. Siempre lo había sido el inevitable Pelé, largamente vinculado a la vieja conducción de la FIFA y de la que la gestión su actual presidente, Gianni Infantino, intenta despegarse tras los escándalos de corrupción. Pero esta vez, el tricampeón del mundo brasileño se quedó en los palcos.

La tarea de sacar las bolas con los nombres de las selecciones y las ubicaciones en los grupos quedó en manos de mitos y estrellas del fútbol pretérito. El máximo goleador en mundiales, el alemán Miroslav Klose, comenzó la extracción de bolillas.

El ex arquero ruso Nikita Simonyan fue el primero en subir al escenario. Lo siguió Maradona, vestido de traje negro con un discreto moño dorado. Luego entraron Cafú, Carles Puyol, Gary Lineker, Laurent Blanc, Gordon Banks y Fabio Cannavaro.