“La historia de mi hijo, y la de los otros 43 tripulantes, es una historia de vida y de sacrificio”, señaló Luis Tagliapietra, cuando se le pidieron datos sobre su hijo, el teniente de corbeta Alejandro Damián. “Mi hijo pasó primero por la Escuela de Oficiales y luego por la de Submarinos, que es muy restrictiva, porque tienen que prepararse muy duramente tanto física como psicológicamente.” Alejandro Damián, de 27, el mayor de tres hermanos, “viene soñando con ser marino desde los 12 años, cuando se produjo su ingreso a la escuela de la fuerza”. 

La familia Tagliapietra, compuesta por otro hermano de 25 años y una hermana de 19, vive en Beccar, pero desde hace dos años Alejandro, que es soltero, se había mudado a Mar del Plata, para estar cerca de la Base Naval “en la que vivió durante un año, hasta que a comienzos de 2017 se alquiló un departamento”. Tagliapietra padre es abogado y nunca fue miembro de la Armada, como habían señalado algunas informaciones periodísticas.