Disculpame que te retrasé la entrevista. Es que tuve que hacer unos trámites, y mandarle unas cosas por correo a mi hermano. No paro un segundo”. Del otro lado del teléfono, la que está pidiendo disculpas no es Cecilia Reiter, esa temperamental jugadora del circuito de padel profesional. Es Ceci, la chica que nació y se crió en Florida (Gran Buenos Aires) y que se recibió de periodista deportivo. La que después de entrenar, vuelve a su casa y empieza con ese entrenamiento invisible del que tanto se habla. La misma que junto a Carolina Navarro forma una dupla desde hace ocho años y que supo ser la mejor del mundo durante casi cuatro años. Esa que está orgullosa de vivir de lo que más le gusta hacer, pero que extraña horrores a su familia.

.¿Cómo es que una jugadora de padel decide irse a vivir a España?

-No fue de un día para el otro. Ya van a ser diez años que vivo acá. No hubo un día en el que decidí venirme. Fue algo que se fue dando natural. Poco a poco. Vine con veinte años a jugar cinco torneos en un mes, no era el padel en España lo que es hoy, a pesar de ser mejor que en la Argentina.  Y pasaban los años y cada vez venía más. Hasta que en 2008 Valeria Pavón, que estaba radicada acá, me prepuso jugar con ella todos los torneos. Y ahí di el paso definitivo.

-¿Qué se siente ser la mejor del mundo en lo que hacés? ¿Se puede explicar con palabras?

-Ahora lo puedo explicar mejor que cuando no lo era. Uno dice que no lo valora cuando es número 1. Ahora sí lo valorás. Cuando sos el mejor eso te hace trabajar mucho más de la cabeza. Las victorias se suceden y te dan una sensación de invencibilidad, y que todo cae para tu lado, todo sale. Cuando no lo sos, da la sensación de que todo cuesta más y de que la suerte está del otro lado. Mi cabeza en el día a día trabaja de la misma manera que cuando era número 1. Mi lucha no es volver a serlo pero trabajo como si lo fuera. Si yo entrenara para llegar a semis seguramente perdería en primera ronda. La mentalidad nunca cambia. Siempre hay que tener inquietudes de seguir enriqueciendo tu juego. Lo que cambia es que quizás en los puntos clave no terminás tomando buenas decisiones o ejecutando bien el tiro.

-Se habla mucho de la cabeza en el deporte, pero ¿cuán importante es realmente?

-Cuando dejamos el podio y empezamos a perder más partidos, al principio es más difícil de sobrellevar porque vos estás acostumbrado a ganar, algunas veces fácil, y cuando perdés te presionás. Es difícil de gestionar a nivel emocional que no estas haciendo las cosas bien. Los primeros dos años esa presión nos hizo bajar el rendimiento y perder confianza en nosotras mismas. 

Hubo un momento en el que la cabeza empezó a traicionarnos. Este año, por ejemplo, de mitad de año para adelante estamos jugando muy bien, pero nos está faltando ese punto para cerrar partidos. Cuando un problema es técnico o físico es fácil de solucionar, pero cuando tenés que practicar la bola que cierra el partido hay una atmosfera que en el entrenamiento no podés recrear. Eso hace la diferencia.

-¿Se vive bien jugando al padel?

-Desde siempre tuvimos buenas empresas que nos ayudan. Hemos podido dedicarnos a ser profesionales. Hay chicas que tienen menor ranking que tienen que dar clases para poder jugar. El circuito no reparte una plata que te permita ser profesional. Pero te da posibilidades como de dirigir un club para poder estar cien por ciento dedicado al padel.

-¿Cómo es ser parte de una dupla?

-El padel parece un deporte individual pero no lo es. Soy una defensora de que el padel es un deporte de equipo. Me molesta que se le haga una nota a uno solo de la pareja. Cuando uno juega bien, y el otro no, es muy complicado ganar. El problema que hay es el ego del deportista. Hay que ser autocritico, uno erra y no lo hace a propósito. Las parejas que viven son las que comprenden que esto es de a dos.

-¿Y cómo es Carolina (Navarro) como compañera?

-Cuando Carol me dijo para jugar, ella ya venía como 4 o 5 años siendo la uno del mundo. A todos los que le preguntes te van a decir que es la mejora jugadora de revés de la actualidad y quizás de la historia. Era una oportunidad increíble y la acepte sin pensarlo. Llevamos 8 años juntas y de seguir queriéndonos como el primer día. Antes ganábamos, estábamos en la final y no éramos conscientes de lo difícil que era lo que conseguíamos. Ahora el día a día lo disfrutamos más. La semana que viene es el Master y si llegamos a la final la vamos a saborear e intentar disfrutar más intensamente que cuando ganábamos un torneo.

-¿Tres momentos tuyos en el padel?

-El Mundial 2004, en Hindú Club, siempre va a ser un torneo especial. Fue mi primero, con familia y amigos. Me tocó debutar y definir la final contra España. El otro es mi primer título ganado en España, en 2009. Le ganamos a Carol y su compañera (que venían invictas) en semis. Fue el click que me permitió darme cuenta de que estaba para ser competitiva en el primer nivel. Y el último fue el Masters. Con Carol teníamos temporadas perfectas y en el Masters jugábamos horrible. En 2012 parecía que nos iba a pasar lo mismo. En semis perdíamos 6-1 y 4-1 y nuestro entrenador nos dijo que estábamos haciendo un papelón y lo dimos vuelta. Terminamos ganando el torneo y fue el único que ganamos.

-Cuando te presentás y decis “Soy jugadora de padel”. ¿Qué dice la gente?

-Muchas personas piensan que sos deportista pero que aparte haces algo más. No entienden que tu día son dos horas de gimnasio y tres horas de padel. Esperan algo más. A veces el futbol hace mal porque hace pensar que todos los deportistas nos subimos a un auto de alta gama. Y te puedo decir que sólo el diez por ciento lo puede hacer. También hay que tener en cuenta que el deporte en general es muy machista. Estuvo asociado al hombre siempre. Y cuando una mujer dice que es deportista la miran raro. Nosotras entrenamos a veces más horas que los chicos, y la gente piensa que por ser mujer entrenás menos. Son cosas que espero que el tiempo las haga cambiar.

-¿El periodismo post retiro es una opción?

-Acá me gastan y me dicen la periodista del circuito. Estamos haciendo un canal de Youtube. Mostramos tips, y subimos videos. A Carol la vuelvo loca en la cancha. “Le relatás todo”, me dice. El otro día me mostraron un video con todas las cosas que le digo a Carol durante el partido y no me doy cuenta pero lo estoy relatando (risas). Me encantaría hacer algo con el periodismo y el deporte. Con todos los deportes, porque me encantan. Y ser entrenadora también.

¿Qué se extraña de la Argentina?

-Mi familia. Si yo pudiera teletransportarlos, lo haría. Me acostumbré muy bien a España porque sus costumbres son muy similares a nosotros. La sociedad es muy amable. Si sos honesto te abren la puerta de su casa de par en par. Pero extraño que venga un amigo y sin avisar se quede a tomar mate. Acá no pasa. Son estructurados. Se cena mucho afuera y no se hacen esas sobremesas eternas que hacemos nosotros.

-Un deseo

-Hoy elegiría tener mucho tiempo más a mis viejos. Disfrutarlos hasta más viejitos. No tenerlos es algo que me pesa mucho.

-La última. Ceci Reiter es…

-Una luchadora. Sobre todas las cosas. No me considero una persona híper talentosa. Pero sí una que tiene mucha garra y que es muy alegre. Trato de poner las cosas en el lado positivo de la vida siempre.