Los concejales se encaminaban anoche a aprobar el presupuesto municipal para no quitarle gobernabilidad a la intendenta Mónica Fein y que empiece el 2018 con la principal ordenanza asegurada. Presupuesto que conllevará un aumento de la Tasa General de Inmuebles menor al que pretendía el oficialismo, y que irá a reforzar el Fondo Compensador del Transporte Urbano de Pasajeros. El OK de los ediles llegó a autorizar un aumento del 7,5 por ciento, y no del 15,8% como quería la administración progresista. Entonces, lo que falte para ese refuerzo saldrá del bolsillo del pasajero, porque oficialismo y oposición autorizaron ‑en compensación por no aumentar tanto la TGI‑ a un incremento extra de 50 centavos en el precio del boleto de colectivos a partir de enero, además del aumento que Fein disponga automáticamente según la evolución del estudio de costos del transporte. En ese sentido, el oficialismo consiguió facultar a la jefa municipal a revisar esa tarifa ya no dos veces al año sino cuatro, es decir, cada tres meses. Lo que demoró el arranque de la última sesión del año ‑que al cierre de esta edición aún no había concluido‑ fue acordar cuántos y quiénes de los empleados con contratos transitorios serán incorporados a la planta permanente del Concejo.

Como ocurre cada año, los cabildeos se precipitaron contrarreloj en las últimas horas, y ya desde el martes todas las comisiones quedaron abiertas y en cuarto intermedio. Todas no: Osvaldo Miatello cerró la que preside, Ecología y Medio Ambiente, y así tiró el lobby sojero a la banquina para que, al menos hasta el año que viene, la prohibición del herbicida glifosato quede vigente en el ejido rosarino.

La mayoría de las 1285 páginas del proyecto de presupuesto no despertaban objeciones en la comisión específica, donde Lorena Giménez (Compromiso Social), Caren Tepp (Ciudad Futura) y Renata Ghilotti (PRO) encarnan la oposición. El disenso estaba en la propuesta del socialismo para fortalecer el Fondo Compensador con una inyección de 120 millones de pesos extra a los 428 millones ya previstos para 2018. Para eso proponía aumentar la TGI un 15,8%, que reportaría esa cifra al TUP y así le ahorraría 1 peso al próximo aumento del boleto. Ese aumento lo pagarían el 75% de los contribuyentes con mayor capacidad de pago. La propuesta no cuajó en la oposición, y en el tire y afloje se acordó aprobar un aumento por la mitad, es decir 7,5%. Así hubo despacho favorable de la comisión y anoche el pleno se aprestaba a aprobar el presupuesto 2018 en la sesión, que calcula gastos por 16.700 millones de pesos para el próximo ejercicio.

La negociación en la comisión de Presupuesto activó a los miembros de la comisión de Servicios Públicos, presidida por el progresista Carlos Comi. Allí acordaron modificar la ordenanza que llaman "cláusula Miatello", por su autor: es la norma que habilita a la intendenta a revisar dos veces por año el precio del boleto de acuerdo con el estudio de costos, y de aumentarlo sin necesidad de consulta previa al Concejo. Lo que en su momento a la oposición le pareció un escándalo, ayer acordaron incrementarlo. Desde junio de 2018, la intendenta podrá revisar el boleto cada tres meses, o sea, cuatro veces al año.

Y a la par, de la comisión de Servicios Públicos salió otro despacho para autorizar desde el mes próximo la posibilidad de sumarle al aumento de colectivos 50 centavos extra, como para complementar el fondeo que proporcione aquel aumento del 7,5% de la TGI.