En un centro de cuidados intensivos, dos enfermeras cometen un error; y parece que es grave. Van a tener que lidiar con el asunto junto a la jefa de enfermería. Y desde una situación que las excede: el trabajo es extenuante y la paga es miserable. Pero la risa, se sabe, todo lo puede; y es por allí, a través de un humor tan negro como ácido, por donde inscribe su propuesta La Paciencia (fatídica sindical), la obra con dramaturgia y dirección de Macarena García Lenzi y actuaciones de Karina Elsztein, Valeria Giorcelli y Noelia Prieto, que se presenta este sábado a las 21 en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085). “Es un homenaje a las enfermeras, pero completamente delirante, con mucho humor negro; las actrices hacen una re-comedia, durante toda la obra; ése era el desafío: ¿cómo hacer reír, pero sufriendo?”, comenta Macarena García Lenzi a Rosario/12.

“Laburamos y ensayamos muchísimo. El teatro independiente demanda mucho tiempo, porque uno quiere que la obra salga como la soñamos, como la queremos. Fue un proceso de trabajo muy largo y de mucha investigación; cotejamos mucho el tema guion y también muchas cosas técnicas. Las actrices trabajaron mucho en la manipulación de objetos, en qué se le aplica y qué no a un paciente con ciertas características; también en cuanto a las historias que se cuentan. Es decir, las anécdotas y las situaciones son muy al límite y delirantes. ‘¿Puede ser verosímil esto? ¿Podría ocurrir?”, le preguntábamos a las enfermeras; y ellas nos decían: ‘¡Por supuesto!’. Y además, lo redoblaban con sus propias historias. Era muy impresionante ver eso, porque nos confirmaban que lo que les contábamos podía pasar”, continúa García Lenzi.

-La realidad que enfrentan las enfermeras debe ser todo un micromundo donde investigar.

-El conflicto de las enfermeras viene arrastrándose hace mucho, y obviamente que ahora, como todo está tan en conflicto, pasa a ser un conflicto más, pero se agrava muchísimo. La obra habla del lugar que les da la sociedad; la enfermera es alguien esencial y fundamental, y durante la pandemia lo fue aún más. En esos días, cuando todos nos quedamos encerrados, la única gente esencial eran las enfermeras. Los médicos también, pero la enfermera era quien tenía que poner el cuerpo sí o sí. De hecho, se multiplicó la contratación a enfermeras, a quienes después de la pandemia se les sacaron los contratos y quedaron en la calle, sin compensación. Hoy, en la acumulación de cosas que se están perdiendo, cuando el derecho a vivir dignamente se está cortando, la enfermera sale perdiendo, porque ya venía de un piso más abajo del común de la gente y del resto de los trabajadores.

-A través de la problemática, seguramente surge también una lectura sobre la misma sociedad.

-Lo que uno hace a través de estos personajes es mostrar un mundo, pero también reflejar otras cosas; de lo que estamos hablando, en definitiva, es del abuso, de que el sistema sin abuso no se sostiene. Es muy dura la profesión en sí misma, es muy duro lo que llevan adelante, el trabajo que eligen y las condiciones en las que laburan, sin ser reconocidas como personal de salud, sin poder concursar por cargos y tener pluriempleos. Son el escalón más bajo porque se trata de un sistema completamente vertical, que no cambió y es así hace desde los principios de los hospitales. La mirada del médico es todo, y la enfermera está ahí para poner el cuerpo, pero sin poder tomar decisiones.

-A partir del estreno, ¿cómo fue la relación con el público?, ¿tuvieron la visita de enfermeras?

-Por un lado, está la sorpresa de conocer ya un tercer año con la obra y de tener la sala llena. Las actrices son excelentes, y estamos muy contentas, justamente, con la respuesta de las enfermeras, porque tuvimos cierto miedo antes de estrenar. Era muy importante que les gustara, que se sintieran representadas; y en ese sentido, fue una sorpresa hermosa que vengan, que la recomienden, y que asista gente de las universidades. Eso fue hermoso, y muy importante para nosotras.

Vale destacar que La Paciencia (fatídica sindical) fue declarada de interés social y cultural por la Legislatura porteña, gracias a la iniciativa de un grupo de enfermeras de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Luego de la función en Rosario, la obra volverá a Buenos Aires y a su sala de origen: El Camarín de las Musas, para luego comenzar los preparativos para una gira en España. Las entradas para la función del sábado incluyen la promoción “2x1 en trabajadores de la salud” (en boletería y a través del IG @lapacienciateatro, la promoción es con cupos limitados).