El ingreso a la comunidad Lafken Winkul Mapu por parte de la Justicia y los sectores intervinientes en el expediente del asesinato de Rafael Nahuel se produjo doce días después de la muerte del joven de 21 años. El Gobierno y los diarios La Nación y Clarín informaron sobre supuestos “ataques” por parte de la comunidad ante los intentos por parte del Juez Villanueva de acceder al lugar. Se habló de “piedrazos” y “agresiones”. Sin embargo, el propio magistrado en un documento al que accedió PáginaI12 da cuenta de los motivos por los cuales no realizó antes la recorrida por el territorio, considerada clave. “El día domingo 26/11”, es decir un día después del asesinato de Rafael, “se certificó por medio del Comisionado General Frankemberger -Jefe de la Unidad Regional V “De la Patagonia” de la Policía de Seguridad Aeroportuaria- que aún no estaban dadas las condiciones de seguridad para realizar algún tipo de diligencia en el predio de Mascardi y que era oportuno aguardar el arribo de mayor cantidad de fuerzas federales.”, escribió y firmó el Juez Villanueva. Y agregó: “En esa misma jornada, pero en horario de tarde, mediante acta glosada a fs.86, se documentó que era factible la realización de medidas de inspección en el lugar, las que se llevarían a cabo el lunes 27, sin ningún tipo de condicionante por parte de los que allí se encontraran, empero aquellas se frustraron en virtud de haber tomado conocimiento por medio de las redes sociales que no todos los ocupantes del predio permitirían el ingreso”.

Es decir que el magistrado dio marcha atrás con la inspección ocular debido a lo que se decía en las “redes sociales”. Es más. Los defensores de Jones Huala y González y la querella solicitaron la realización de esa diligencia. Así lo refleja el juez: “La inspección ocular también fue requerida por la parte querellante (...) y se infiere como parte necesaria de la pericia solicitada por la defensa técnica de Fausto Jones Huala y Lautaro González”.