Un joven sindicado como el sicario que mató al comerciante santacruceño Vicente Maillo, muerto en noviembre a puñaladas y cuya familia quedó detenida como presunta autora intelectual, fue trasladado a Río Gallegos desde la ciudad bonaerense de Campana.

Fuentes policiales informaron que se trata de Cristian Etchebarne (22), quien había sido detenido el lunes último en Campana y llegó cerca de las 19.30 del sábado a la capital de la provincia de Santa Cruz. 

El sospechoso fue trasladado vía terrestre por una comitiva de siete efectivos de la policía santacruceña y quedó alojado en la comisaría segunda, donde al ser ingresado en medio de un cordón policial, fue increpado por un grupo de vecinos.

“Salimos ayer a la mañana de Pilar, hicimos noche en Trelew y una vez en Río Gallegos, ya quedó detenido en la comisaría seccional segunda”, dijo un  jefe policial de Santa Cruz.

Además de la detención, los policías realizaron dos allanamientos, uno en la casa del detenido y otro en el domicilio de una mujer que mantendría una relación sentimental con Luis (23), el hijo menor de Maillo y uno de los detenidos como autor intelectual.

Por el crimen del comerciante ya habían sido detenidos como supuestos autores intelectuales del crimen la esposa de la víctima, Susana Reina (54); la suegra, María del Carmen Espiritoso (83), con prisión domiciliaria; y el otro hijo, José (34).

Todos fueron notificados del procesamiento con prisión preventiva como “co-autores de homicidio agravado por el vínculo, por el pago de precio o promesa remuneratoria, por alevosía, por codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas”.

La jueza de instrucción penal Marcela Quintana, también les trabó embargo sobre bienes y/o dinero a los cuatro detenidos por dos millones de pesos a cada uno, agregaron los voceros.

La investigación se encaminó a un posible sicario contratado por los imputados luego que en un primer momento se creyó había sido una “entradera”, hipótesis luego descartada.

La principal línea apuntó a que los acusados planearon el crimen para quedarse con una herencia y que colocaron sedantes en la comida de Maillo para que éste estuviese indefenso al momento de ser atacado.

Además, las cámaras de seguridad de los alrededores de la escena del crimen captaron a la esposa ingresando al lugar sin violencia –su hijo Luis había declarado que ella fue golpeada y maniatada por el asesino– y acompañada de una persona encapuchada, tras lo cual, se retiró por sus propios medios.