A 26 días de la desaparición del submarino ARA San Juan, la Armada continúa rastrillando el área de búsqueda de “mayor congruencia” sin resultados. El vocero de la fuerza, Enrique Balbi, informó que actualmente están analizando un contacto a 1000 metros, con ayuda del buque norteamericano Atlantis, aunque resaltó que seis barcos continúan en la zona de 4000 kilómetros, ya barrida por completo en dos oportunidades. En tanto, Balbi develó que  actualmente "un cabo principal que fue desembarcado en Ushuaia y un suboficial que ni siquiera fue embarcado en Mar del Plata porque tenía compromisos con la campaña antártica" estaban hoy "en el Ministerio de Defensa, reunidos con el ministro" Oscar Aguad.

En el parte diario de la Armada, su vocero destacó que las dos hipótesis que maneja la fuerza sobre el evento “consistente con una explosión” sufrido por la embarcación “surgen de la información del submarino”, particularmente de los datos que brindó el comandante en “cuatro llamadas telefónicas satelitales y otras tres o cuatro por radiofrecuencia”.

“No tenemos ninguna evidencia de que se trató de un ataque externo”, ratificó al puntualizar que la Armada investiga si “hubo una explosión a 40 o 50 metros o si esta se produjo por el colapso". En ese sentido, volvió a confirmar que para la fuerza, el informe elaborado por el analista naval de inteligencia de Estados Unidos sobre el potencial colapso instantáneo, es sólo “un indicio”, una “posible conjetura”.

Actualmente, el Atlantis, que cuenta con un vehículo no tripulado que puede sumergirse hasta los 6000 metros de profundidad, investiga el contacto detectado ayer. La zona, según explicó un experto en hidrografía, tiene ciertas características geológicas que dificultan su localización. “Se han detectado un montón de formaciones rocosas del fondo que pueden coincidir con el tamaño del objeto”, agregó Balbi.

En otro pasaje de la entrevista, el vocero de la Armada confirmó que no tienen “fecha tope para la búsqueda”, aunque de ella participan tres buques extranjeros que “tienen sus responsabilidades locales”. El buque chileno Cabo de Hornos y el científico argentino Austral ya abandonaron la zona de búsqueda.