Mar del Plata y Batán amanecieron ayer nuevamente con bolsas de residuos en la vía pública, tras la decisión del Sindicato de Camioneros de no efectuar la recolección callejera debido a la falta de garantías de seguridad en el predio de disposición final, problemas con los empleados municipales en el lugar, y un conflicto suscitado con los recuperadores informales. La situación reanuda un problema que comenzó la semana pasada entre el municipio que conduce el intendente Carlos Arroyo y los trabajadores municipales, la policía, la seguridad privada y los cartoneros, y que se tradujo en la acumulación de toneladas de residuos en las calles de ese distrito. La semana anterior, personal policial a cargo de brindar seguridad en el predio se retiró en disconformidad con lo que se abona por cumplir esa tarea, y el jefe comunal debió recurrir a la seguridad privada, que no pudo impedir los conflictos.