Noel González, un hombre de 33 años acusado de haber hostigado a su expareja al punto de contratar a un sicario para matarla, fue condenado a 26 años de prisión efectiva. El fallo también incluye una causa por robo calificado en el centro de Rosario. Por su parte, Néstor Gerardo Fernández, otro imputado que llegó a juicio oral acusado de ser el autor material del intento fallido de asesinato, recibió 17 años de prisión.

Tras dos semanas de debate, los jueces Mariano Aliau, Paula Álvarez y Alejandro Negroni emitieron su veredicto en un juicio que abordó causas por amenazas, lesiones y hasta la tentativa de homicidio de Lorena B., quien en la tarde del 25 de octubre de 2021 sobrevivió a cuatro disparos de revólver –posiblemente un calibre .22– cuando volvía del gimnasio, en Domingo Palacio al 2300, a metros de la rotonda de Oroño y Uriburu.

Como instigador del ataque fue condenado Noel González, quien –según reveló la fiscal Marisol Fabbro– le había pagado 400 mil pesos por transferencia bancaria a Néstor Fernández (37), el ejecutor. Según la causa, Fernández le dijo a la víctima, antes de dispararle, que Noel había encargado matarla.

González y Fernández eran conocidos, explicó la fiscal. “Hubo un encargo concreto; incluso se pudo acreditar, a través de las extracciones de los teléfonos secuestrados a ambos, que mantuvieron comunicación con posterioridad al hecho, donde González le exigía que volviera a intentar darle muerte a la víctima –cosa que no había podido cumplir– a cambio de otra parte de la suma convenida”, agregó la funcionaria.

Un capítulo de la causa refiere a la conexión de González –quien estuvo prófugo durante tres años– con el efectivo policial Emanuel Paré, ya condenado en un juicio abreviado a tres años de prisión en suspenso.

Fabbro sostuvo que, a cambio de una suma de dinero, González le consultaba permanentemente al uniformado sobre los movimientos de Lorena, quien para ese entonces estaba bajo el régimen de protección de testigos. Las consultas estaban relacionadas con el sistema de protección en que se encontraba la mujer, a qué hora eran las guardias policiales y en qué domicilio se hallaba. La mujer describió esos días una “pesadilla”. “No tenía vida social, era como una película de terror que no terminaba”, dijo.

Esa causa por tentativa de homicidio calificado no fue la única que tuvo a Lorena como víctima. También se discutió en juicio una secuencia de hostigamientos, amenazas y privación ilegítima de la libertad en un contexto de violencia de género que se extendió desde mediados de 2020 hasta principios de 2022. La fiscal, que había solicitado una pena de 33 años, valoró positivamente la condena impuesta por el tribunal.