El proyecto de ley de Presupuesto para el año próximo ratifica su marcado perfil de endeudamiento y ajuste, que podría profundizarse si se combina con la aprobación de la troika de reformas fiscal, previsional y laboral. “Por una ventanilla presentan un cuento de hadas donde parecería que la inflación va a ser relativamente baja y la economía va a tener un crecimiento importante con mayor recaudación, pero por la otra las reformas en discusión plantean un ajuste que deberá ser incluso superior al que se percibe en el proyecto de presupuesto pre-reformas”, señala un informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) de la CTA. 

Con la subestimación de la inflación para el año próximo, tal como sucedió en este ejercicio, casi todas las partidas contienen reducción de las erogaciones en términos reales. Como contrapartida, el acelerado ritmo de emisión de deuda desde principios de 2016 lleva a que la partida para el pago de intereses crezca en un 27,6 por ciento respecto de este año. 

La semana pasada se conformó la nueva comisión de Presupuesto de Diputados y durante el transcurso de los próximos días el oficialismo buscará que se apruebe en la Cámara baja. El problema es que la ley de leyes en materia económica requiere de ciertas certezas que vendrían con las reformas y que auguran un escenario menos optimista. “No hay que ser demasiado perspicaz para observar que en el Presupuesto se plantea una reducción del gasto estatal primario en términos reales y la intención de poner un techo salarial con una proyección optimista del nivel de inflación”, señala el informe.

De acuerdo al proyecto que se discutirá en estos días, el gasto primario aumentaría en 15,1 por ciento, “por lo que aún suponiendo la proyección oficial de inflación (15,7) el gasto primario real se reduciría en 0,5 por ciento”. Dado que es poco probable que se alcance ese nivel de inflación, debe destacarse que con una inflación del 20 por ciento la reducción del gasto real llegaría a 4,1 por ciento”, señala el documento de Cifra. 

Si este fuera el nivel de inflación también caerían los salarios reales de los trabajadores estatales (proyectados en 16 por ciento), y los del conjunto de los trabajadores si ese nivel se extiende como techo salarial tal como lo planteó el Ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne. En la reducción del gasto se destaca especialmente el achicamiento de los subsidios económicos, de 13,2 por ciento en términos nominales, que obedece a los recortes en el rubro energía como, en menor medida, de los subsidios al transporte. También se destacan los recortes en el gasto en ciencia y técnica y en vivienda, con aumentos nominales de 13,3 y 11,3 por ciento, respectivamente.

“La contracara es un aumento de la deuda pública cuya finalidad consiste en financiar un déficit fiscal acrecentado por la reducción de impuestos a sectores de altos ingresos”, señala el Cifra, al tiempo que enumera: eliminación y reducción de las retenciones a las exportaciones de granos y minería y al impuesto a los bienes personales, entre otros. En los últimos dos años Cambiemos elevó el nivel de deuda en 286.191 millones de pesos, lo que conlleva a que el peso de los vencimientos se eleve el año próximo en un 27,6 por ciento. “El aumento de los intereses prácticamente duplica el ahorro por el recorte de subsidios”, agrega el documento. La conclusión del informe es que existe “una transferencia de ingresos del sector público desde los usuarios de los servicios públicos subsidiados a los acreedores de la deuda pública”.