Mi amigo Miguel tiene 68 años y jamás vio campeón a su querido Platense. Hasta el domingo pasado en que el Calamar se hizo fuerte en Santiago del Estero y se consagró campeón del Torneo Apertura 2025, cortando así una larga racha de decepciones.
- ¿Cómo lo festejaste, Miguel?
- Con vino, whisky, ginebra, con lo que encontraba a mano. Me bajé más copas que las que ganó Messi en toda su carrera. Imaginate, en 120 años de vida jamás habíamos salido campeones de primera. Ni un torneo internacional festejamos, ni un torneo de verano. Hasta el domingo pasado teníamos menos títulos que un terreno fiscal.
- La de técnicos que habrás visto pasar de largo por el club.
- Innumerables. Y siempre igual: Llegaban aclamados, llenos de proyectos y terminaban abucheados, llenos de proyectiles. ¡Es que tuvimos cada jugador maleta, mamita! Más que calamares eran perros. Parecíamos los 101 dálmatas. Además, jugábamos cada partido como si fuera el último.
- Eso está bien jugar un partido como si fuese el último.
- Sí, pero nosotros jugábamos como el último de la tabla.
- Sin embargo, yo recuerdo a un DT del Calamar que supongo que es un caso histórico, único en el mundo…
- Ya sé, ¿uno que tuvo el record de partidos perdidos? Cuando descendimos a la Primera B Metropolitana en 2010, ese técnico, más que un equipo dejó una balsa: eran un montón de troncos a la deriva.
- No, me refiero al “Polaco” Vladislao Cap. No creo que ningún DT en el mundo tenga un apellido que sea la sigla del cuadro al que dirige. Vladislao nació siendo C.A.P.: Club Atlético Platense.
- El Polaco era un fenómeno. Era el DT cuando pasamos a jugar de local en Vicente López, en el ‘79. Después de él vinieron un par que no tuvieron suerte. Me acuerdo la barra brava cuando los fue a apretar con exigencias desmedidas.
- ¿Por qué desmedidas? ¿Les exigían que ganen el partido?
- No, que den 3 pases seguidos. Y eso era mucho para esos jugadores. Con decirte que una vez después de sufrir una goleada 4 a 0 ante Tigre, uno de la hinchada entró al vestuario y le regaló a cada futbolista una foto de la pelota. ¡Porque no la habían visto en todo el partido! Y un poco la culpa la tuvieron los dirigentes. Cuando empezó el campeonato el técnico pidió refuerzos de jerarquía y lo único que consiguió fue que le consiguieran refuerzos policiales. Los hinchas se los querían comer crudo.
Me sorprendía la naturalidad con la que los hinchas tomábamos aquella mala racha del equipo. Recuerdo que una vez escuché a uno de la barra preguntar: “¿Y el domingo que viene contra quién perdemos?”
- Y a pesar de las malas rachas vos seguiste alentando al Marrón, nunca decidiste cambiarte de cuadro.
- No, aunque una vez, para joder, se me ocurrió pasar a ser hincha del Galatasaray de Turquía. Porque si ganaba o perdía yo ni me enteraba.
Cuando sos pibe y tu equipo pierde seguido se sufre mucho, recuerdo que en Saavedra una concesionaria sacó una promoción exclusiva para hinchas de Platense: A los autos nos los vendían sin bocina, total no festejábamos nunca.
- Pero este año les tocó. Felicitaciones nuevamente.
- Gracias.
- Y pará de festejar con bebidas alcohólicas que “Los Borrachos del Tablón” son los hinchas de River, no los de Platense. Vas a terminar como Borges: enterrado en Ginebra.