Ricardo Gareca será uno de los cinco técnicos nacionales que dirán presente en la cita mundialista junto a Jorge Sampaoli (Argentina), José Néstor Pekerman (Colombia), Juan Antonio Pizzi (Arabia Saudita) y Héctor Cúper (Egipto). El Tigre, como se lo conoce desde su época de jugador, buscará mantener la senda exitosa que inició en Talleres y continuó en Universitario de Deportes (de Lima) y en Vélez. En Palmeiras de Brasil, en cambio, la historia fue distinta y duró sólo tres meses. Pero igualmente le sirvió, tal como reconoció en este diálogo con PáginaI12.

–¿Cómo vive este momento luego de haber conseguido el gran objetivo de clasificar a Perú al Mundial, campeonato al que no acudía hace 36 años?

–Lo vivo realmente muy bien, con tranquilidad, sabiendo que se ha logrado un objetivo importante. Era lo que buscábamos desde el principio así que estamos muy conformes con lo que se ha logrado.

–Dentro del reconocimiento colectivo, ¿cuál fue la demostración de afecto y agradecimiento que más lo sorprendió?

–Las muestras de afecto fueron muchísimas y en varios lugares, así que le agradezco al pueblo peruano. El saludo del comandante (del vuelo 965 de Avianca que lo trajo a la Argentina y le dedicó unas palabras elogiosas a través de los parlantes) me sorprendió y fue algo gratificante. A su vez, el recibimiento del presidente Pedro Pablo Kuczynski y del Congreso a todos nosotros fue muy emotivo también.

–¿Cómo hizo para cambiar la realidad del equipo peruano?

–Nos enfocamos en lo físico, en lo anímico, en lo psicológico, creo que fue un gran trabajo de todos. En el equipo de trabajo tenemos a Marcelo Márquez, quien nos acompañó cinco años en Vélez como  psicólogo. Ahí lo conocí. Nos ayudó mucho porque es un profesional que aplica sus conocimientos al deporte. Se trata de un trabajo general en el que lo más importante es la capacidad del jugador peruano, que es muy amplia.

–¿Qué objetivos le pone al seleccionado peruano para el Mundial?

–En el Mundial queremos hacer el mejor papel, aprender, mejorar y superarnos. Por supuesto que hay muchas cosas que tenemos por delante, además va ser el primer mundial para la mayoría, exceptuando a Sergio Santín, mi ayudante de campo, quien participó en México 86 (con la selección uruguaya). Trataremos de vivir esta experiencia de la mejor manera, con los pies sobre la tierra y preparándonos.

–Perú comparte el Grupo C con Francia, Australia y Dinamarca. ¿Qué le parecen los rivales?

–Creo que es un grupo fuerte y con buena dinámica. Francia es cabeza de serie, candidata al grupo y también al título. A su vez, Dinamarca y Australia entraron por la misma senda que nosotros, a través del repechaje. Son selecciones duras, difíciles, pero considero que Perú puede hacer un buen papel. Si bien es un grupo complejo sostengo que tenemos chances de pasar. Por supuesto que eso lo tendremos que demostrar dentro del campo de juego.

–En caso de pasar segundos podrían toparse con Argentina, si el elenco de Sampaoli accede a la siguiente instancia como primero del Grupo D. ¿Lo pensó?

–La verdad que no pienso nada. Sabemos que el grupo nuestro se enfrenta con el de Argentina. Veremos las posibilidades concretas de hacer el mejor papel y lograr el objetivo de poder clasificar. Luego los cruces se darán de la manera que tengan que ser. Pero no me pongo a pensar más allá. Mi primer objetivo, lo único que quiero, es que Perú haga un buen papel y dentro de las metas está poder clasificar.

–¿Pero qué sentiría?

–Esto es estrictamente profesional. El hecho de enfrentarse con el país de uno es una cuestión que responde a nuestro trabajo. Por supuesto que se dan sensaciones de las que uno no puede estar ajeno. Pero sabíamos cuándo asumimos este reto de dirigir a una selección de otro país que en algún momento nos íbamos a enfrentar. 

–¿Piensa que luego de tres finales perdidas, y de una clasificación milagrosa en Quito, Argentina se podrá sacar la espina y lograr el ansiado título?

–Argentina será campeón en cualquier momento. Se le escaparon esas finales, pero ninguno lo superó. Creo que si logra capitalizar todo lo que vivió en las Eliminatorias Argentina será todavía más peligrosa. Tiene todas las posibilidades para aspirar al título. 

–Un gol suyo en las Eliminatorias de 1985 dejó afuera a Perú del histórico Mundial del 86. ¿Ese recuerdo lo tuvo presente o simplemente fue un dato de color que retomó la prensa?

–Tiene más que ver con lo mediático del periodismo, con toda la sensación que causa precisamente esa situación y la coincidencia. No creo deberle nada a nadie, yo era jugador de la Selección Argentina e hice lo que tenía que hacer. No tuve jamás ningún problema con ningún otro país y menos con Perú. Esta posibilidad que me da de ser técnico lo vivo intensamente, pero sin recordar lo que pasó aquella vez.


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Gareca festeja con sus jugadores el pasaje al Mundial de Rusia 2018.

–Hablando de goles, el artillero Paolo Guerrero no estaría en el Mundial, puesto que la FIFA le impuso una inhabilitación de un año por el doping positivo frente a la Argentina. ¿Considera que puede cambiar la suerte con la apelación?

–Hay que esperar. Si bien la FIFA le dio un año con la apelación quizás se pueda reducir la pena. Es lo único que puedo decir, expresarme a favor del jugador en cuanto a que lo conozco y estoy convencido de que fue un accidente. Confiamos en él. Tiene una carrera intachable y está envuelto en una situación involuntaria. Lo tuve tres años y sé de su profesionalismo y capacidad. La suspensión no nos modifica en absoluto el concepto que tenemos de él. Es un hecho lamentable, también, porque conozco de la responsabilidad de todo nuestro equipo de trabajo, del Departamento Médico, de la nutricionista… Sé que han hecho una tarea excelente en todo aspecto. Aunque a veces suceden cosas que están fuera del control de lo que todas las selecciones intentamos. Ojalá le reduzcan la sanción, porque es una pieza fundamental.

–Ante la hipotética falta de un centrodelantero, ¿volvería a considerar a Gianluca Lapadula, jugador que había optado por la selección italiana en su momento?

–Lapadula siempre estuvo en consideración, pero él contestó que no en su momento. Si llegara a revertir esa situación y tiene un real interés de vestir la camiseta de la selección lo entraríamos a considerar. Y si no llegáramos a tener a Paolo (Guerrero), todos tienen la puerta abierta. Tenemos varios centrodelanteros que están en la mira y están siendo evaluados permanentemente. Y si bien reemplazar a Guerrero, figura y capitán del equipo, es de suma complejidad, creemos que tenemos jugadores importantes para poder cubrir esa posición.

–¿Cómo vive a la distancia el presente de Vélez, cada vez más  complicado con la tabla del promedio?

–Con preocupación, por supuesto. Todos aquellos que sentimos a Vélez, que pasamos por ahí y sabemos la clase de institución que es, entendemos que es duro este momento que le toca vivir. Confiamos que con la nueva conducción y las incorporaciones que se produzcan el equipo pueda encontrar el camino. De hecho, hay valores muy interesantes, pero lógicamente sería ideal rodearlos de jugadores de experiencia en los puestos claves que necesita el equipo.

–¿Imagina una vuelta en el futuro?

–Una institución como Vélez a uno lo prestigia, pero para pensar en esa posibilidad se tiene que dar la coincidencia de que Vélez esté libre de técnico y yo libre de trabajo. Ese punto de coincidencia se tendría que dar en el futuro, pero por ahora no lo pienso. Creo que Vélez, dado el momento en el que está, busca solucionar la situación ya.

–Luego de su salida del conjunto de Liniers recaló en Palmeiras, donde tuvo un paso fugaz de sólo tres meses. ¿Considera que la clasificación mundialista lo volvió a posicionar como un técnico de elite? ¿El mundo del fútbol, tan exitista como es, “perdona” dos traspiés?

–Considero que la carrera de un técnico se hace y se forja a través de éxitos y desilusiones, de frustraciones, eso lo tengo claro. Más allá de la opinión de la gente y del exitismo, me parece que lo más importante es lo que opino yo de mí. Y lo que opino es que todas las experiencias que uno vive tiene que tratar de capitalizarlas, eso es lo más importante. Que me sirva para los desafíos siguientes que vienen, eso es lo que más me interesa. 

–¿Sueña con dirigir la Selección Argentina en algún momento?

–Todo aquel que es director técnico en algún momento sueña con eso, pero al igual que hablábamos de lo que podría pasar con Vélez también se tendría que dar ese punto de coincidencia que es tan difícil que suceda. Mucho más cuando hay tantos entrenadores capaces en este momento y siempre en consideración. Es un tema bien difícil. 

–¿Su futuro inmediato lo imagina en Perú después del Mundial, en otra selección o le gustaría contar con una experiencia en el fútbol europeo?

–Ahora estoy concentrado completamente en lo que es el Mundial y la selección de Perú. Tocan muchas cosas por delante para ir definiendo. Una vez que concluya la competición comenzaré a pensar en mi futuro. Lo más importante ahora pasa por enfocarse en el presente.

–En diversas entrevistas habló de tener la iniciativa, ¿cómo hará para que su equipo pueda llevar el peso del partido en una competición tan compleja con selecciones tan importantes?

–A veces uno piensa una cosa y sale otra. Nosotros tenemos que informarnos de la mejor manera de cada uno de los integrantes del grupo, prepararnos de la mejor forma, tratar de desarrollar lo mejor que tenemos y analizar los partidos. A veces uno quiere tener la  iniciativa del juego pero el rival no te deja, esta es una disputa. Buscaremos imponernos y tratar de tener el protagonismo que nos dé las chances de poder ganar los partidos.