Es indiscutible: para el poder económico y los medios concentrados en pocas manos empresariales, Sebastián Piñera es el niño mimado. Por eso, el mundo financiero y el empresario hicieron una campaña de terror contra el senador y periodista Alejandro Guillier, contribuyendo así al regreso del multimillonario a La Moneda.  

“El mercado ve a Guillier como un riesgo”, dijo Pedro Pablo Larraín, gerente general del grupo financiero Sartor Investments citado por el diario conservador El Mercurio. El presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, Juan Andrés Camus, hizo un anuncio catastrófico cuando habló de “colapso en el precio de las acciones” si Piñera no ganaba la elección presidencial. Entrevistado por ese periódico, Camus negó que el alza que está experimentando la Bolsa obedezca a una buena labor del gobierno de Bachelet, y advirtió además que esta tendencia podría darse vuelta si es que la derecha no se imponía en los comicios. “Está el factor del cambio político, donde hay una expectativa de mejor ambiente económico... Claramente, si no saliera elegido Piñera, la probabilidad de que tengamos un colapso en el precio de las acciones es alta”.

Según publicó el periódico La Segunda, el presidente de la Bolsa aportó 13 millones 10 mil pesos (20 mil dólares) a la campaña del ex mandatario. El monto parece exiguo pero tiene una explicación: las grandes empresas ahora no pueden financiar campañas por las restricciones severas que hay tras el cambio en la Ley de Partidos, aprobada en 2016 durante el gobierno de la mandataria socialista. 

En el mundo de las finanzas apuntaron que las AFP (como nuestras ex AFJP) lideran la lista de sectores que podían verse afectadas con un triunfo de Guillier. El candidato oficialista dijo que el esquema de AFP fracasó como sistema de previsión. “No es un sistema. Son cuentas individuales de ahorro forzado, donde pierdes el control de tu dinero (…) Está dando pensiones bajo el sueldo mínimo como promedio. Es un desastre”, señaló el periodista que prometió continuar las reformas de Bachelet. En ese sentido, propuso aumentar a un 20 por ciento la Pensión Básica Solidaria –10 por ciento más de lo presentado por la presidenta–.

Bachelet ganó su segunda elección presidencial en 2013 prometiendo grandes cambios al modelo de libre mercado. La presidenta logró avances sobre todo dando gratuidad en la enseñanza secundaria y a un 60 por ciento de los universitarios, financiados con una reforma tributaria muy resistida por el empresariado. Bachelet no consiguió el consenso suficiente para modificar la Constitución del 80, lo que hubiera significado una transformación de fondo. Los alarmistas de la derecha política-económica celebran el cambio.