El beso de la mujer araña, la emblemática obra de Manuel Puig, vuelve a cobrar vida en una nueva adaptación cinematográfica musical, protagonizada por Jennifer Lopez y Diego Luna. La cinta, dirigida por Bill Condon, cuenta además con la participación de Tonatiuh Elizarraraz y Josefina Scaglione, y sitúa su acción en una prisión argentina de 1983, transportando al espectador a una época complicada bajo un régimen dictatorial.

Innovación más allá de la trama original

La película retoma el espíritu del musical de Broadway de 1993, que a su vez se basaba en la obra literaria original publicada en 1976. Sin embargo, Condon infunde un aire renovado al integrar elementos cinematográficos que permiten a la audiencia sumergirse en una experiencia visual y sonora sin precedentes. Presenta trece números musicales deslumbrantes que entrelazan fantasía y realidad, representando un homenaje a la magia del cine y el teatro.

El papel icónico de Jennifer Lopez como Aurora

Jennifer Lopez encarna a Aurora, una actriz que navega los límites entre la fantasía y el drama, representando a una estrella de cine cuya fama no solo se limita a sus cualidades como artista, sino también a su carácter mítico. Esta diva, capaz de matar a sus amantes con un solo beso, se convierte en una figura de escape para los protagonistas, quienes encuentran en sus películas un refugio frente a la adversidad de la vida en la cárcel.

La vida en prisión: una dualidad de realismo y escape

Dentro de las paredes opresivas de una celda, dos hombres, Luis Molina (interpretado por Tonatiuh Elizarraraz) y Valentín Arregui (Diego Luna), comienzan una improbable amistad. Luis, encarcelado por su orientación sexual, busca cualquier resquicio de ilusión para soportar su condena y lo encuentra en las películas, particularmente en la figura de Aurora. Para él, estas cintas no solo son un escape, sino también un símbolo de resistencia.

El choque de visiones y el nacimiento de un vínculo

La llegada de Valentín, un preso político con ideales marxistas, genera un conflicto de perspectivas en la celda. Valentín inicialmente desconoce el poder del cine, pero poco a poco se deja llevar por las historias que Molina comparte. Lo que comienza como una tensa relación evoluciona hacia un vínculo basado en la comprensión y la esperanza en medio de un entorno desolador.

Los desafíos de producción tras bastidores

El proceso de rodaje no estuvo exento de contratiempos. Originalmente planeado para filmarse en Buenos Aires, la producción enfrentó obstáculos de presupuesto que obligaron a trasladar gran parte del rodaje a Montevideo. La decisión de recrear San Telmo en Ciudad Vieja, una zona histórica de la capital uruguaya, fue tomada tras semanas de incertidumbre y renegociaciones de costos.

El doble desafío de Josefina Scaglione

Para Josefina Scaglione, la única actriz argentina en el elenco principal, el desafío fue doble. No solo tuvo que adaptarse a las complejidades logísticas de la producción, sino también a su rol crucial en la historia como Marta, la esposa del revolucionario Valentín.

A pesar de estos retos, el elenco y el equipo lograron superar las dificultades, culminando en una obra esperada con gran expectativa tanto en festivales internacionales como en su próxima proyección comercial, prevista para el 10 de octubre en Estados Unidos.