Dice la leyenda, confirmada por diversas fuentes directas e indirectas, que Charles Chaplin, de visita en casa de sus amigos y socios Mary Pickford y Douglas Fairbanks -la pareja más esplendorosa del Hollywood de los años 20 del siglo pasado-, quedó prendido de un juego de fotografías estereoscópicas propiedad del matrimonio, en particular de una imagen que mostraba una extensa fila de hombres subLa quimera del oro, tercer largometraje de Chaplin y el segundo con él como protagonistaUna mujer de Parísa película es la historia de un prospector solitario y su lucha contra los elementos naturales, las ambiciones del hombre, el hambre y el amor, entre otros enemigos concretos y abstractos. Una película que se transformaría en un gigantesco éxito de público en los Estados Unidos y el resto del mundo y terminó de cimentar la fama del hombre detrás del personaje