Cientos de personas se manifestaron ayer en la sede de PAMI de la ciudad de Salta contra la recisión de contrato desde el 1 de agosto a la empresa TISEC SRL, que atendía a afiliados de la obra social nacional en el Hospital Militar.

La manifestación tiene que ver además con la incertidumbre que generó la novedad a los 17 mil jubilados que se encuentran en la cápita que tenía la empresa prestadora del PAMI, y que por el momento desconocen qué sucederá con su atención médica de alta complejidad de ahora en más.

El director del PAMI en Salta, César Dib, recordó en declaraciones públicas que TISEC debe cumplir con la atención a los afiliados hasta el 31 de julio, dado que el contrato vigente rige hasta ese día. El funcionario afirmó que en caso de negativa de atención de emergencias se harán las denuncias penales que correspondan contra la empresa por incumplimiento del convenio.

A la par, sostuvo que se realizó un plan de contingencia con las demás clínicas y sanatorios que atienden a jubilados para poder derivarlos con el objetivo de que “ninguno quede sin atención”.

Aunque Dib aseguró que hay nuevos prestadores, dijo que  “oficialmente” no tiene el nombre del que se hará cargo de la cápita que tenía el Hospital Militar. A pesar de esta imprecisión insistió en que la atención para los afiliados será mejorada. Al ser consultado sobre la clínica Divina Misericordia, de la ciudad de Tartagal, que según informó que el PAMI, es una de las prestadoras a las que se derivarán los afiliados, el director sostuvo que “todo serán atendidos en el radio de sus domicilios”, aunque tampoco dió mayores detalles. Y es que Tartagal está a seis horas de viaje en auto desde la ciudad de Salta.

En cuanto a la confirmación de los prestadores que toca a cada quien, afirmó que la información estará actualizada en la aplicación Mi PAMI de cada afiliado, o se podrá averiguar más adelante (aunque no precisó en qué momento), en la sede de la obra social.

El Partido Obrero, que ayer acompañó la marcha de afiliados, consideró que “la falta de explicaciones públicas de esta recisión abre la sospecha de un reparto discrecional de las cápitas, sin informe a los afiliados”.

En el medio quedan además, los cien trabajadores de TISEC que se desempeñaban en el Hospital Militar de manera exclusiva y que se quedarán sin trabajo. Ayer, sin mencionar en nombre de cuál “grupo de clínicas” hablaba, Leonardo Faila se presentó como socio gerente en un medio y afirmó que además de garantizar la atención en la ciudad de Salta, se reubicará al personal dentro de este grupo de clínicas.

Historia de una tercerización

“Emergencias sí atendemos”, dijo a Salta/12 Edmundo Falú, uno de los médicos que integran TISEC, empresa que se conformó cerca de los 90 para atender la Terapia Intensiva del Sanatorio El Carmen.

Falú recordó que en el marco de la desregulación de la Salud Pública establecida en el gobierno de la Alianza, el Hospital Militar los contrató para dar una atención de complejidad, dado que hasta ese momento no contaba con ese servicio.

Contó que luego por un tiempo tuvieron contrato como prestadores PAMI pero las diversas crisis los dejaron sin los pagos de prestaciones.

La situación duró hasta 2005 cuando se firmó el convenio con la obra social de jubilados y pensionados para “gerenciar todo el segundo nivel, internación, cirugía, terapia intensiva y estudios complementarios del Hospital”.

Falú indicó que durante la pandemia, la empresa pasó por "un episodio muy grave cuando la gerencia del PAMI nos restó cápita”, situación que “luego se recompuso”.

Desde 2023 hasta el año pasado incluso les "abonaban adenda por exclusividad”, dado que en el Hospital Militar solamente se atendía afiliados PAMI. Pero en octubre de 2024 se quitó ese adicional y el ingreso de TISEC cayó un 30 por ciento, en medio de un contexto en el que aumentaron los insumos.

Finalmente, el 8 de julio recibió la carta documento informando que “bajan a cero cápita. No es que rompen el convenio”, advirtió. Falú insistió en que esta decisión fue sin aviso previo ni ninguna queja previa.

Por el contrario, Dib afirmó que existen auditorías que dan cuenta de la existencia de “historias clínicas incompletas con omisiones graves. Farmacia, fuera de norma. Insumos apilados en el piso. Reactivos vencidos. Equipamiento insuficiente o deteriorado, menos respiradores y bombas de infusión respecto de lo que dice la normativa, oxígeno quirúrgico por tubo sin sistema central, equipo de imágenes sin informes médicos porque no hay especialistas, residuos patogénicos mal descartados”, entre otras irregularidades.

El director del PAMI Salta afirmó que cada irregularidad fue comunicada sin que fueran subsanaran. “No hay salud pública sin responsabilidad prestacional. Garantizar la atención no es sostener la ineficiencia de un prestador”, concluyó.

Mientras, Falú entendió que ante la actual situación, la conclusión final para TISEC es la quiebra, además de que el Hospital Militar se quedará sin atención en la infraestructura que hay en el campo militar. "Alguien falta a la verdad", dijo al conocer los dichos del director del PAMI Salta, dado que cuando les llegó la carta documento quitando la totalidad de la cápita, en esa sede local del organismo nacional “dijeron que estaban tan sorprendidos como nosotros”.