Una vez más, el Gobierno de Javier Milei pone excusas para no enviar alimentos a los comedores sociales y lleva a una situación dramática de supervivencia a miles de centros en todo el país, que han comenzado a cerrar sus puertas y dejaron de brindar asistencia debido a la falta de recursos.

El comedor San Cayetano, de la localidad bonaerense de Merlo, funcionaba de lunes a sábados y a diario un centenar de familias retiraban alimentos básicos para la substencia. Sin embargo, por la falta de recursos acaba de cerrar sus puertas, luego de meses de reclamo por comida al Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello.

El padre Francisco "Paco" Olveira, cura del grupo en Opción por los Pobres, relató a la 750 que en el último tiempo no lograban incluso responder a gran demanda de familias que a diario iban a retirar porciones de comida, en medio de la crisis de ingresos y la caída de la actividad.

Olveira añadió que de fondo hay una maniobra de “Capital Inhumano” para retacear comida: “Esto es poner la lupa por una aparente transparencia. Porque todos los meses enviamos las facturas. Y si no se envía todo, como corresponde, no te envían el nuevo monto”.

Olveira detalló que el procedimiento impuesto por el ministerio dificulta la continuidad del trabajo comunitario. “Después, a los tres meses, tenés que llevar la carpeta con todos los papelitos. Y te dice, no, esta fotocopia no porque tiene una marquita”, indicó.

Y completó: “Bueno, una vez que está todo empieza el proceso de auditoría. Ese proceso lleva tres meses y ya con nuestras propias fuerzas no podemos mantenerlo”. Algo que pasó en la última semana con el comedor San Cayetano, en Merlo, en la Provincia de Buenos Aires.

“Tuvimos que cerrar el Comedor San Cayetano porque este ministerio de Capital Inhumano… yo digo que Pettovello generó un sistema en que mientras revisan las cuentas no envían el dinero”, denunció.

Tras lo que añadió: “Esto impacta porque estuvimos durante tres meses con nuestras propias fuerzas intentando dar un alimento de relativa calidad. Ahora solo podríamos dar arroz o fideos”. Y concluyó con una crítica contundente: “Yo creo que es una cuestión perversa. Porque ese dinero que ellos se quedan, no te lo dan retroactivamente”.