El actor Federico D'Elía pasó por los estudios de la 750 y charló con Víctor Hugo Morales sobre su carrera y el presente, a la vez que reflexionó sobre su profesión y su futuro.

Los Simuladores: un éxito con obstáculos

A más de 20 años del estreno de Los Simuladores, Federico D’Elía sigue sorprendio por la vigencia del fenómeno. “Las cosas que son exitosas siempre tienen un problemita atrás", reflexionó. “(La serie) Siempre fue muy difícil de hacer, a contramano de la tele, porque era muy cinematográfico todo”, agregó.

La producción del programa, contó, fue una batalla constante con los tiempos y formatos tradicionales de la televisión. “En su momento nos costó hacerlo, lo hicimos de una manera muy poco tradicional para lo que era la tele en ese momento. Y ahora nos pasó con la película”, comentó, en referencia a la esperada adaptación de la serie a la pantalla grande, un proyecto que, por el momento, quedó trunco.

El nivel de detalle y rigurosidad con el que se trabajaba en Los Simuladores era único. “Un programa de TV se grababa en tres o cuatro días y nosotros lo grabábamos en 13 o 14”, detalló. “Yo creo que eso no se puede replicar. Damián Szifron lo hizo un poco en Hermanos y Detectives. Hoy directamente no hay una ficción así", continuó D'Elía.

El detrás de escena del documental sobre Bilardo

Durante la pandemia, el actor vivió un momento de replanteo profesional. Fue entonces cuando decidió meterse en terreno nuevo: la producción documental. Así nació Bilardo, el doctor del fútbol, estrenado por HBO Max. “Fue una hermosura. Fue un gesto platense”, resumió el actor, reconocido hincha de Estudiantes de La Plata.

"Me costó un año poder firmar un contrato y hacerlo", explicó. Y, más allá del cariño por el personaje, D’Elía buscó que el enfoque sobre el personaje fuera justo: “Había un desafío muy grande, que era ser honesto y no fanático con lo que iba a contar”, expresó.

Una de las decisiones más importantes fue incluir a César Luis Menotti: “Para mí era necesario y sano que estuviera, porque vivimos en un país donde nos encantan las peleas de los opuestos y muchas veces te das cuenta de que nos inventamos esas peleas”, sostuvo.

Para D’Elía, Bilardo fue malinterpretado durante muchos años: “Se lo ponía en el lugar de payaso y no como un revolucionario. Dije 'hay que mostrar otra cosa, hay que mostrar el lado humano de este tipo', porque creo que desde ahí empezamos a conocer a las personas”, reveló.

El jefe del jefe: humor, teatro y reflexión

El nuevo desafío teatral de Federico D’Elía es El jefe del jefe, una obra basada en El jefe de todo esto, la única comedia escrita por el director de cine danés Lars Von Trier. Con adaptación de Ricardo Hornos y Pablo Kompel y dirección de Javier Daulte, el espectáculo lo unió nuevamente con Diego Peretti, con quien comparte escenario.

El jefe del jefe cuenta la historia de Gabriel (D’Elía), el dueño de una empresa en venta, que, para evitar conflictos, inventa un presidente ficticio de la compañía. Cuando unos potenciales compradores insisten en conocer al jefe, Gabriel contrata a un actor desempleado (Peretti) para que lo interprete. Pero el actor elegido es un actor “del método”, y empieza a tomarse demasiadas licencias.

Consultado por su experiencia en el escenario, D’Elía confesó: “No es que esté nervioso antes de la función, pero tengo que hacer un trabajo para no estar tenso y estar fluido”. Y agregó, con sinceridad: “Estoy cansado de poner el cuerpo. Si me convocan para algo y veo que dice ‘Exterior-Noche, Fiesta o Helicóptero’ me quiero matar”.

Un artista reflexivo y multifacético

A lo largo de la entrevista, D’Elía dejó entrever su perfil más reflexivo. Aunque no se considera escritor ni director, entiende el valor de colaborar: “Soy bueno para juntar voluntades, tirar ideas en una mesa y dejar que el que sabe escribir las escriba. Creo que hay que estar preparado y, si no lo estás, hay que juntarse con quienes te complementen”, señaló.

“Soy actor, sí, es lo que sé hacer, pero muchas veces necesito abrir otra puerta para escaparme de eso”, concluyó.