Carlos Kirchner, primo del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, se entregó ayer por la tarde en los tribunales federales de Comodoro Py, luego de que los fiscales federales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques pidieran su detención por considerar que existía riesgo de fuga y que hubo maniobras para ocultar su patrimonio en la causa en la que está procesado por defraudación en la obra pública. Junto a su abogado, Carlos Kirchner se presentó ante el juez federal Julián Ercolini en el cuarto piso de tribunales y quedó inmediatamente detenido.

Se trata de la misma causa en la que está procesada la ex presidenta Cristina Kirchner, acusada de haber direccionado presuntamente el 80 por ciento de la obra pública de Santa Cruz en favor del también procesado y detenido empresario Lázaro Báez. “Se ha corroborado fundadamente que el acusado, a través de distintas maniobras económicas y financieras elusivas, logró ocultar parte de su patrimonio y frustrar la posibilidad del rastreo y recupero de activos, sustrayendo del alcance de la Justicia la suma de prácticamente 4 millones de pesos”, consideraron Pollicita y Mahiques.

En el dictamen entregado a Ercolini, los fiscales del caso sostuvieron que el ex subsecretario de Coordinación de Obra Pública del kirchnerismo mintió además al dar su domicilio en el juzgado. Para los fiscales, las condiciones variaron desde que se dictó la resolución en su contra, porque Carlos Santiago Kirchner “no sólo ocultó bienes de su patrimonio sino que también ocultó su lugar de residencia real con el claro objetivo de que el Tribunal no conociera su verdadero domicilio”.

El ex funcionario declaró dos domicilios en Río Gallegos que, de acuerdo a los fiscales, serían inexistentes. En otro dictamen que abona la “teoría Iruzun”, que sostiene que quienes tuvieron posiciones de poder podrían ahora utilizar sus contactos para ocultar pruebas, los fiscales remarcaron que el procesado cuenta con “numerosos y variados medios para profugarse”, como vehículos, embarcaciones y empresas en el exterior. Con similar criterio, de De Vido en adelante la Justicia ya detuvo a varios ex funcionarios kirchneristas con prisión preventiva y sin condena.