El juez federal Ariel Lijo le negó ayer la prisión domiciliaria al ex vicepresidente Amado Boudou, una medida que fue sugerida por la Sala I de la Cámara Federal y que tenía el visto bueno del fiscal Jorge Di Lello. Tanto la Cámara como el fiscal le habían dicho al juez que buscara una alternativa al encarcelamiento. El rechazo se produjo en la causa por enriquecimiento ilícito –préstamo a su ex novia de 80.000 dólares, blanqueo de 80.000 dólares, imputaciones por dinero de su amigo José María Nuñez Carmona–, y en la misma jornada el magistrado se despachó con otro procesamiento contra Boudou, también con prisión preventiva. 

En esta última causa se acusa al ex vicepresidente por tres facturas supuestamente truchas en un viaje a Francia cuando era ministro de Economía. Dos corresponden a un traductor y hay una diferencia de 1.300 euros. La tercera es por 9.000 euros y es del hotel Bel Ami de Paris. Ante un exhorto mal hecho, el hotel contestó que no hubo nadie del Ministerio de Economía alojándose allí en esos días, pero la defensa probó con testigos que él estuvo en el Bell Ami en el marco del G-20. 

Todo indicaba que Boudou iba a ser enviado a su departamento con una tobillera electrónica y a la espera del nacimiento de sus mellizos. Sin embargo, Lijo adujo que Boudou podría tener fondos en el exterior –sin aportar evidencias–, que hay medidas pendientes originadas en la declaración de Alejandro Vandenbroele y que el ex vicepresidente podría obstruir la investigación. Cuando Lijo encarceló a Boudou argumentó que tiene “relaciones residuales” por  su paso por el Poder Ejecutivo. El expediente existe desde hace más de tres años, por lo tanto Boudou fue vicepresidente durante buena parte de la instrucción y estuvo en libertad aún estando en el Ejecutivo. Ayer, el mismo magistrado le pidió al grupo Macri que le envíe los libros de contabilidad porque consideró insuficiente la información que le enviaron sobre el Correo Argentino (ver página 5). Eso no lo llevó a ordenar allanamientos, aunque si hay alguien con poder y capacidad de obstruir una investigación, es obviamente el grupo Macri.